TW
0
J. M. LÓPEZ «El de hoy presenta para mí una especial circunstancia, y un sentimiento añadido: el de ser el último acto militar de mi carrera profesional en servicio activo, por lo que en estos minutos en los que os dirijo la palabra debo comprimir en mi corazón casi 44 años de dedicación al Ejército; una vida entera». Con estas emotivas palabras, recogidas dentro de un discurso pronunciado en la mañana de ayer en la plaza de Armas de la Base General Asensio, el general Tomás Formentín se despidió de su condición de militar en activo y de comandante general de Balears. El que ha sido jefe militar de las Islas pasa a la situación de reserva el día 13 de enero tras cumplir siete años en el generalato, entre los empleos de general de brigada y de división, y en aplicación de la Ley de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas.

El acto de despedida, que comenzó a las doce de la mañana, contó con la presencia del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears, Àngel Reigosa; y del fiscal jefe de Balears, Antonio de Vicente Tutor. Desde su toma de posesión como comandante general de Balears el 11 de agosto de 1998, el general Tomás Formentín ha llevado a cabo en las Islas, entre otras labores, el diseño de las unidades y las guarniciones, «intentando siempre mantener las necesarias en cada isla, garantizando la operatividad o la acogida de refuerzos en caso necesario», así como el proceso de profesionalización del Ejército, en el que, como el propio general mencionó ayer durante su discurso, «hemos avanzado» y, refiriéndose a la tropa presente, señaló que «vosotros sois el vivo ejemplo de ello, y también la esperanza y el futuro del Ejército, y de las guarniciones de Balears».

Asimismo, el general Formentín ha sido presidente de la Junta de Fundadores del Consorcio del Museo Militar de Menorca y del Museo Militar del Castillo de San Carlos en Mallorca. Ha propiciado convenios de colaboración con la Universitat de les Illes Balears y con el Instituto Nacional de Meteorología, para la instalación de estaciones automáticas en la Fortaleza de la Mola y de un radar meteorológico en Cap Blanc. El acto de despedida contó con representación de las diversas guarniciones de las Islas, entre ellas, compañías de infantería, artillería e ingenieros. El acto militar comenzó con el pase de revista, continuó con la entrega de condecoraciones, la despedida del general Formentín de la bandera como acto más significativo, y finalizó con el homenaje a los caídos.