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El portavoz del Grupo Municipal del PSIB-PSOE en el Ajuntament de Palma, Antoni Roig, denunció ayer la mala situación en la que, según afirmó, se encuentra el Centre Flassaders en la actualidad. «El equipo de gobierno de Cort quiere desmantelar el Centre Flassaders», destacó. El centro cultural se encuentra situado en la calle Ferreria, en el barrio de sa Gerreria.

«El centro se abrió hace un año y medio gracias a los fondos europeos del Plan Urban y hasta ahora había sido un centro modélico», indicó Roig, para añadir: «Sin embargo, desde el 1 de enero el mantenimiento ha pasado a ser responsabilidad del Ajuntament de Palma, a través del Àrea d'Acció Social, y en lugar de potenciar el centro se están reduciendo los recursos». El portavoz socialista indicó que el número de trabajadores ha pasado de catorce a tres. Roig añadió que «el Consistorio gestiona todos los centros culturales a través del Àrea de Participació Ciutadana, lo que no deja de ser un sarcasmo», dijo.

La empresa que se ha de ocupar en breve del centro empezará a gestionarlo a partir de marzo. «El contrato empezará el 1 de marzo y finalizará el 28 de febrero de 2003, lo cual no es una actitud lógica, ya que el contrato debería ser por trimestres o por cursos escolares», añadió. «El centro se encuentra en una zona socialmente difícil y por ello debería potenciarse, debería suponer una experiencia para reactivar socialmente la barriada», prosiguió Roig, e indicó que el objetivo debería ser tener diez centros como éste en los próximos años. «En cambio, el Ajuntament de Palma deja en éste una actividad residual», concluyó.

Por su parte, el edil de Acció Social del Ajuntament de Palma, Antoni Nadal, señaló que «no sé por qué Roig está tan preocupado, porque ha sido él el que siempre ha estado en contra del centro y nunca estuvo de acuerdo con que se abriese», dijo. «El Plan Urban era un plan de choque pensado para rehabilitar y generar espacios nuevos con una gran inversión en recursos humanos y la verdad es que ha sido un éxito», añadió.

«Ahora, una vez que están garantizados el mantenimiento y el funcionamiento del centro, Cort no tiene que malgastar el dinero, es decir, ha de adecuarse a la nueva realidad del edificio y mantenerlo sin escatimar», destacó. «La nueva empresa conseguirá clientes y potenciará el edificio», indicó, para concluir: «Roig nunca quiso que se invirtiera en esta barriada, es él quien querría desmontar el centro y somos nosotros quienes lo mantenemos».