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La Comissió de Serveis Generals del Consell de Mallorca aprobó ayer la moratoria de la institución con ligeras modificaciones que deberán ser ratificadas el próximo martes en el pleno de la institución. Los cambios responden a errores técnicos y afectan a dos municipios de la Isla: la zona costera de Campos quedará incluida en la moratoria y la zona urbana de Felanitx queda fuera. También se ha corregido un error mecanográfico en el cupo de viviendas sociales que se destinarán a alquiler.

El conseller d'Ordenació del Territori del Consell de Mallorca, Rafael de Lacy, explicó que, pese a que la norma cautelar no debía afectar a los municipios del interior de la Isla, sí que sería de aplicación en Sencelles y Esporles. Lacy señaló que la razón es que estos dos municipios había superado la barrera del 10 por ciento de crecimiento en los últimos cinco años. La propuesta fue dictaminada con el voto favorable de todos los partidos del Pacte y el único voto en contra del PP. Por lo tanto, EU-EV votó a favor, a pesar de estar en contra del acuerdo territorial al que llegaron Govern y Consell. Los representantes de EU-EV presentaron tres alegaciones a la propuesta para tratar de hacer más restrictiva la moratoria.

La coalición pidió que la moratoria en suelo rústico fuera total, es decir, que se impidiera la construcción de todas las viviendas unifamiliares hasta la aprobación del Plan Territorial Insular. También proponían fijar cupos máximas de construcción para los municipios excluidos de la moratoria y que se eliminara la excepción de que los núcleos urbanos de algunos municipios no estuvieran afectados por la norma cautelar. Las enmiendas no llegaron ni a votarse ante la más que evidente oposición de los miembros del Pacte.

El portavoz del PP en el Consell de Mallorca, Jaume Font, lamentó que el Pacte no haya dado respuesta a su propuesta de diálogo y denunció la discriminación que han sufrido algunos municipios de la Isla. Font señaló, por ejemplo, que no es lógico que el casco urbano de Manacor quede fuera de la moratoria, pero el de Llucmajor sí quede afectado por la restrictiva norma urbanística.

También consideró ilógico que municipios del interior, como Sencelles y Esporles, se vean afectados por culpa de la regla matemática que aplica la institución insular. Otras de las cuestiones que rechazan los representantes del PP es lo que consideran una «virtual» moratoria en suelo rústico, ya que no llegará a aplicarse si la aprobación inicial del Plan Territorial se hace en abril, como está previsto. Para el PP, la unificación final de las dos moratorias no es más que una evidencia «de lo mal que lo hizo el Govern al presentar la suya deprisa y corriendo».

Críticas de GOB y CAEB
Como era de esperar, la aprobación de la moratoria no gustó nada a los representantes de la CAEB; quienes lamentaron la nula atención de que han sido objeto tras sus reuniones con Francesc Antich y con Maria Antònia Munar. Añaden que las rebajas a la moratoria apenas suponen una liberalización de entre el 12 y el 15 por ciento del sector, lo que tendrá una nula incidencia ante la crisis. Aunque por razones opuestas, también los representantes del GOB se mostraron parcialmente críticos con el acuerdo territorial al que han llegado Govern y Consell. En su opinión, el Ejecutivo no puede renunciar a la reforma de las DOT y considera que la inclusión del suelo rústico es totalmente insatisfactoria. También lamentan que el pacto territorial haya sacrificado a Menorca y Eivissa, que se quedarán sin moratoria al decaer la del Govern.