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Aguantaremos hasta que podamos, pero la situación es cada vez más insostenible para nosotros. Aparte de que no sabes lo que puede suceder mañana, cada vez disponemos de menos dinero para poder seguir viviendo. Veo el futuro de forma muy triste, tanto que si pudiera me iría ahora mismo a Mallorca». Estas palabras las pronuncia con cierta pena María Elena Rotger, nieta de mallorquines, que estuvo recientemente en Palma, con la Operación Añoranza. «Mi abuelo, Antonio Rotger, nació en Pollença», dice. Ella es la más joven del grupo que el presidente de la Casa Balear de Buenos Aires, Rafael Diego Polar Capó, ha logrado reunirnos en la recoleta sede de la citada entidad balear, en Colombres 841. De la misma opinión es el resto de los allí presentes.

Todos, sin excepción, están pero que muy preocupados por la situación que están viviendo, y que es idéntica a la de todos los argentinos: escasea el trabajo y el poco dinero que hay está metido en el dichoso corralito, ya muy congelado y posiblemente devaluado. «Porque si encima en la Caja de Ahorros tienes dólares y pesos, seguramente te los reconvertirán en pesos, moneda que varía su valor constantemente, y no siempre hacia arriba, y encima sólo puedes sacar trescientos por semana "señala Francisco Moyá, quien más adelante nos comentaría", que si el país está como está, gobernado desde la época de Perón, salvo excepciones, por los mismos, es porque el gobierno cuenta con el voto de los descamisados, que son muchísimos en este país, a los que compra con comida y dinero, olvidándose de ellos hasta las próximas elecciones».

Por su parte, Rotger señala que dada la situación «ha llegado el momento de dejar de poner excusas y mirar el problema tal como es, que en gran parte es nuestro, somos nosotros». A simple vista, la situación de los allí presentes no es igual para todos. Los hay que aguantan como pueden disponiendo de un pequeño, o gran "los menos", patrimonio, pero con el dinero en el corralito, sin poder disponer del que precisan sino de lo que les dejan, y los que no lo están pasando bien, como Inés Elena Mateu, que se suma al rato al grupo, enferma y sin medios para poder comprar «recursos», medicinas con las que paliar su mal, una Hepatitis C; Magdalena Gelabert, separada y con una hija, que trabaja en la casa donde percibe un humilde salario «cuya tercera parte se va en desplazamientos», pero que no se queja «porque aquí me tratan muy bien».

El menorquín Francisco Pons, a quien despidieron no hace mucho de su trabajo «por defender ante el patrón los intereses laborales de los trabajadores», con cinco cheques de mil y pico pesos cada uno por cobrar, aunque no sabe cuándo, «pues el banco tiene el dinero retenido», pero que intuye que se los pagarán muy devaluados; o la mismísima Catalina Balle, mujer de un militar a quien le deben mucho dinero «unos 30.000 dólares» que nos iban a pagar escalonadamente, 1.800 pesos en marzo, otros 1.800 en agosto y el resto ya dispondrían, pero que ahora todo está congelado», por lo que, ante tal situación, lo más aconsejable es pensar en el regreso a Mallorca, de ahí que haya ido al Consulado donde me han dado fecha, en mayo, para comenzar a tramitar los papales», dice. Pero para el viaje se necesita dinero, «y la única forma de conseguirlo, pues el que tenemos, o el que nos deben, está congelado, es vendiendo la casa, valorada en 270 mil dólares, pero ¿quién la compra? Además, seguro que luego no nos dejarían sacar todo el dinero».

Para el abogado Fuster está claro: quienes han llevado al país a la ruinas son los políticos, «que a lo único que vienen es a sacarse el problema de ellos, no el de los ciudadanos». Dice que en provincias pobrísimas, como la de Formosa, los concejales y los diputados tiene sueldos de quince mil y veinte mil dólares, y encima hay muchos asesores también con grandes sueldos. «Y hay provincias más pequeñas que otras "señala el de Hostalets", que gastan en legislatura el doble o el triple que aquellas. ¿Por qué? ¿Dónde va a parar tanta guita? ¿Por qué no se controla el gasto? Pues bien, sumen ese descontrol año tras año y multiplíquenlo por todas las provincias y tendrán el resultado».

Para el presidente Polar Capó, la situación actual en Argentina es mucho peor y más difícil que la de España en los años 40. «Es muy triste haber estado trabajando aquí 50 años para no tener nada, y encima lo poco que tienes, el Gobierno te lo ha incautado». Para el ex presidente Mas Oliver, «el problema de Argentina es doble, en la gente y en lo económico, y ambos se conjugan para que vivamos en la forma que estamos viviendo. Hay grupos económicos, hay grupos sociales y hay parte del pueblo que son, que somos, partícipes de este gran robo que está sufriendo el país, pero yo creo que con buena voluntad superaremos este mal momento».

Por su parte, la secretaria de actas de la Casa, Isabel Guitian Pons, que se gana la vida dando clases de inglés doce horas al día cobrando por todo ello 775 pesos con descuentos, «el único sueldo que entra en casa», la secretaria de la casa se muestra, pese a todo, optimista, «pues el argentino es trabajador, aunque ahora no hay trabajo. ¿Los culpables? Sin duda los políticos y la clase dirigente. Todos ellos, de forme reiterada, ha hecho que estemos así. Por desgracia, ahora la educación no es como la de antes y las carencias son grandes, por ejemplo en el campo de las medicinas y hospitales, que han quedado prácticamente desmantelados». ¿Qué si el Govern de les Illes ha llamado a Argentina para decirle a los mallorquines, menorquines e ibicencos que cuente con su ayuda? «Por su puesto que sí "señala el ex presidente Juan Marí", nos llamó y nos ofreció ayuda económica», dato que corrobora el actual presidente: «El Govern, creo "dice" aprobó una ayuda de diez millones de pesetas, pero nosotros hablamos con Cati Gornals y Antoni Reynés, a quienes recomendamos que, dada la situación que atraviesa el país, de momento no manden dinero, pues seguramente quedará en el corralito».

Porque ya tienen una experiencia reciente en este aspecto «que nos hace ir con mucha cautela cuando se trata de recepcionar un dinero que nos llega desde afuera "advierte la tesorera Palmira Escandell". ¿Qué ocurrió con una remesa que nos han enviado sobre gastos que quedaron presupuestados para el Consejo de Comunidades celebrado aquí? Pues que, lamentablemente, entraron en el corralito, al igual que otras cantidades que nos remitió el Govern referidas a actividades culturales del 2001». El problema está ahora en que a ver qué cantidad de dinero les entregan «cuando nos la entreguen», puesto que el cambio fluctúa constantemente y si cuando llegó esa trasferencia desde Balears el dólar equivalía a un peso, ahora está a 1'40, y quién sabe cómo estará mañana. «Y lo más seguro es que no nos lo den de acuerdo a un dólar un peso, sino en bastante menos». Por último, un ruego de parte del presidente: «Si en Balears se precisa de mano de obra, que cuenten con nuestros hijos».