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Era de esperar que este año sa Rueta fuera multitudinaria. Pero seguramente nadie podía pensar que se produjera una respuesta tan masiva como la de ayer. Las claves del éxito pueden ser varias, pero por encima de todo hay que destacar las numerosas actividades organizadas para todos, muchas de ellas, nuevas; el sol que brillaba en la mañana de ayer; y la llamada «operación Chenoa».

Entre las actividades que se llevaron a cabo hay que destacar los ponis que pusieron al servicio de los más pequeños. Pero también hubo palomitas a discreción lanzadas a través de un cañón; un globo multicolor; un tigre mecánico, además de castillos hinchables; los grupos de animación Pirulí, Paperí o Trencaclosques; personajes de Disney desfilando por una pasarela; disco móvil; y participación de Mico Guay. Pero para los más pequeños de la familia hubo muchas más cosas. Hubo, por ejemplo, magia con varios grupos y la presencia del Cotxe Màgic, que hacia fum i esclafits pirotècnics.

Por otra parte, estaba la operación montada para salvar a Chenoa, la mallorquina de «Operación triunfo». En es Born había instalados varios teléfonos para llamar al programa. Y muchos de los asistentes a sa Rua aprovecharon que estaban allí para votar a favor de nuestra cantante.

Ante todo esto, ¿quién se resiste y no va a sa Rueta? ¿Disfraces? Muchos y muy variados, a pesar de que siguen predominando los confeccionados sobre los artesanales. Monstruitos, payasos, abejas, duendes, vaqueros, arlequines, hadas, princesas, romanos, El Zorro, algún que otro Harry Potter, niños disfrazados de personajes de «El señor de los anillos», un chico-racimo de uvas y muchos con la careta de Chenoa que se entregaba gratuitamente con Ultima Hora o bien cuando iban a votar al tenderete de es Born. No vimos, en cambio, ni a Bin Laden, ni a Bush, pero sí a muchos papás, algunos de ellos cámara de vídeo en ristre, que para no ser menos se habían disfrazado.