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El 'IV Consell Polític dels Socialistes de Mallorca' acordó ayer, por unanimidad, apoyar al president Antich y al Govern balear en su decisión de aplicar la ecotasa a partir del primero de mayo. Además los socialistas expresaron su satisfacción por el nuevo pacto territorial y por el hecho de que se haya alcanzado el consenso en ordenación del territorio.

El Consell Polític, que se celebró ayer por la mañana en el Centre de Cultura Pere Capellà de Algaida contando con un centenar de asistentes, con una amplia representación de los cargos municipales socialistas, aprobó, según explicó el secretario de Comunicación y Formación, Cosme Bonet, varias propuestas de resolución como el rechazo a la imposición de la reválida en el sistema educativo y a la ley de Estabilidad que impulsa el Gobierno central, calificándolas de «retraso» en la mejora educativa, según palabras de Bonet.

Los socialistas han denunciado la política «sectaria» del PP, el nuevo centralismo que se impulsa desde sus filas y la involución autonómica que se detecta en sus iniciativas políticas, explicó Bonet, acusando a los populares de practicar una política de «división» en la Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (Felip).

Por su parte la Secretaria General Francina Armengol, hizo un repaso por los acontecimientos internacionales de actualidad deteniéndose en la cumbre de Vista Alegre (Brasil) con cuyas propuestas se identifican los socialistas. Respecto a la polémica desatada por el sector turístico contra la ecotasa, Armengol y otros destacados miembros del Consell Polític (Joan Mesquida, Teresa Riera y Mercé Amer, entre otros) recordaron que «más incidencia que el impuesto turístico tienen las tasas aeroportuarias contra las que nadie se ha definido ni pronunciado», según explicó Bonet.

La implantación de la paridad de género en las próximas listas electorales ha sido defendida por Armengol, para quien es un compromiso del president Antich y una muestra más de la política progresista del Govern. Los socialistas cerraron filas en torno a la política turística y urbanística del Govern que preside Francesc Antich.