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Miguel Segura declaró ayer ante el juez del «caso Formentera» que los documentos sobre la supuesta «operación Mapau» estaban manipulados. El ex asesor del Govern del PP reconoció que los documentos difundidos para captar votos en Argentina habían sido redactados por él "«porque pienso escribiendo», dijo" pero negó tajantemente que incluyese un encabezamiento o que fuesen dirigidos a alguien. Con esta declaración, Segura dejó claro que él nunca remitió dichos informes ni a Javier Mato ni a Rosa Estaràs para que fuesen ejecutados con el fin de conseguir votos a favor del PP. Además, Segura aclaró al juez que tampoco asistió a ninguna reunión clave donde, según la acusación particular, se diseñó la supuesta trama institucional del Govern del PP para captar votos en Argentina.

El ex asesor de comunicación de la Conselleria de Presidència durante la época del PP prefirió delegar en su hija, Maria de la Pau, «en su derecho legítimo de padre de buscar lo mejor para una hija», afirmó en la declaración que durante más de tres horas prestó ante el juez instructor del «caso Formentera», Antoni Monserrat. Según Perera, «Segura es un gran experto en emigración, no en vano ha escrito ocho libros el tema, y le había contagiado esa pasión. Viendo que la chica reunía grandes aptitudes, como padre, según dijo, quiso promocionarla y conseguirle ese puesto de trabajo. El no estuvo en la reunión y no sabe quién asistió». El letrado añadió que Segura había hecho una declaración muy «contundente y clara, en la que ha expresado una serie de cuestiones que, quizás, estaban un poco al aire».

«Explicó cuál era la filosofía del Govern balear en aquellos momentos, que giraba sobre dos ejes: una era el de prestar ayuda a los emigrantes y favorecer su integración como ciudadanos de Balears, y por otro, satisfacer un interés que existía desde hace años y que estaban presentes en todas las convenciones de las casas Balears de Argentina y que era fomentar las relaciones comerciales entre esas entidades y el Ejecutivo», señaló.

Y reiteró: «Mi cliente dijo ante el juez que en ningún momento se realizó propaganda ni partidismo, en esos discursos, ni tan siquiera para 'aconsejar' la inscripción en un censo determinado, sino que eran los propios descendientes de los emigrantes los que querían integrarse en el censo por razones sentimentales, o para tener derecho a pensiones no contributivas, o becas que otorga la Unión Europea como ciudadanos baleares y a las que podían optar al estar inscrito en Censo de Residentes Ausentes».

«En Eivissa, él respondió durante ocho horas, en una declaración agotadora en la que sintió incómodo ante el cariz inquisitorial del interrogatorio, y por ello se negó a contestar. No obstante, Segura respondió ante el juez a las mismas preguntas de la acusación, porque no tenía nada que ocultar y todo es muy transparente», indicó Perera. A la declaración de Segura no asistió ningún representante del Ministerio Fiscal.