TW
0
EFE " PALMA La diputada autonómica del PP Mabel Cabrer anunció ayer que su partido recurrirá, porque es «erróneo», el auto judicial por el que se archiva la causa abierta contra la ex consellera de Innovació i Energia del Govern, Misericòrdia Ramon, y el ex gerente de Parc Bit, Felio Morey, por la contratación de éste. Cabrer insistió en acusar a Ramon y Morey de incurrir en los presuntos delitos de fraude y tráfico de influencias por la firma de un contrato «blindado» por parte de la consellera en favor de Morey al inicio de la presente legislatura.

Este contrato, que fue la causa de la dimisión de Ramon como consellera, garantizaba una indemnización a Morey de hasta 120 millones de pesetas en caso de que fuera destituido. Mientras tanto, desde el PSIB-PSOE, su secretario de organización, Damiá Cánoves, dijo que la jueza «ha dejado bien claro que no existe ningún tipo de delito».

Por su parte, el presidente del Govern, Francesc Antich, afirmó ayer que el sobreseimiento del «caso Parc Bit» demuestra la inconsistencia de las acusaciones contra la ex consellera de Innovació Misericòrdia Ramon, y pone en evidencia la estrategia del PP para «intentar ocultar los casos Bitel y Mapau». Antich recordó que, a pesar de que la titular del juzgado de instrucción número 10 de Palma, Carmen Abrines, no ha encontrado indicios de delito en el contrato blindado que Ramon firmó en favor del ex gerente del Parc Bit, Felio Morey, la dimisión de la consellera cuando se conoció el caso supuso la asunción de las responsabilidades políticas derivadas de su actuación.

«En ningún momento se incumplió ninguna ley y no se había incurrido en ningún tipo de corrupción, como decía el PP», aseguró el jefe del Ejecutivo autonómico. Destacó que cuando «los progresistas» adoptan alguna decisión contraria a las directrices del «Pacto de Progreso» no dudan en asumir sus responsabilidades políticas, mientras que «otros, aunque estén dentro de causas penales» no aplican el mismo sistema, dijo en referencia a la supuesta implicación de Jaume Matas y otros dirigentes populares en los casos «Bitel» y «Formentera».