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La llegada del euro provocó en el último trimestre de 2001 toda una serie de movimientos financieros enfocados a aflorar antes del 31 de diciembre el dinero «negro», de ahí las medidas de control de la Agencia Tributaria de Balears en concesionarios de coches para detectar compras de coches de lujo por valor superior a los 4 millones de pesetas. Esta actuación de los contribuyentes no fue más que la punta del iceberg de todo el capital que se ha movido en diciembre y en los dos meses del período de connivencia entre peseta y euro. Aquí, hay que incluir al mercado inmobiliario, que también ha tenido un «boom» especial en cuanto a operaciones de compraventa de inmuebles a lo largo de todo el pasado año.

El Banco de España ha canalizado hasta la fecha a bancos y cajas de las Islas más de 45.000 millones de euros, que ha supuesto la eliminación de 45.000 millones de pesetas, cantidad que en gran parte ha sido destruida en la sede de la Delegación del Banco de España en Palma.

El delegado del Banco de España, José María Crespo, valora muy positivamente cómo se ha desarrollado todo el proceso de transición e implantación del euro en las Islas, aunque reconoce que ha habido ciertos problemas puntuales en la primera quincena de enero por la actitud positiva de los consumidores, «que desde el primer momento han acogido la nueva moneda sin trauma alguno y entendiendo perfectamente todo el proceso. Para mí, la operación de cambio de moneda ha sido un éxito absoluto por cómo se ha desarrollado».

La peseta se despide dando coletazos por todos los sectores y es que hasta ayer mismo en las grandes superficies existentes en el archipiélago hasta el 3 por ciento de la ventas se formalizaron en pesetas. Finalizado el proceso de connivencia, el canje de pesetas por euros podrá realizarse en las entidades financieras hasta finales de junio, y a partir de entonces de forma indefinida en el Banco de España.