La actividad productiva en el sector inmobiliario fue notable a lo largo del pasado año en las Islas.

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Los datos estadísticos del Instituto del Ministerio de Economía y Comercio referidos a la evolución de la inversión extranjera en Balears en 2001 (últimos datos referidos al primer semestre) constatan un crecimiento espectacular, un 154'2% respecto al mismo período de 2000, debido a las inversiones realizadas en el sector inmobiliario, que suman en su conjunto 240.532.000 euros, el 96 por ciento del total. La inversión en el primer semestre fue de 250 millones de euros (41.000 millones de pesetas), pero el dato más importante a reseñar es que el 78 por ciento de la misma fue canalizada a través de paraísos fiscales y Luxemburgo. Así, Luxemburgo sumó 192.924.000 euros país elegido por los inversores británicos y alemanes para desviar sus inversiones a Balears al ser un país donde tienen radicada la sede social empresas y sociedades participadas de todo tipo que tienen sus empresas matrices en distintos países comunitarios.

En la lista de paraísos fiscales hay que señalar a Lietchtenstein, Gibraltar, Jersey, Panamá, Islas Virgenes, Isla de Man y Bermudas. Uno de los factores que influyó en dicho período para explicar el crecimiento de la inversión extranjera fue la implantación del euro, que hizo aflorar a lo largo de todo el ejercicio 2001 el dinero «negro» existente en el mercado europeo, de ahí que se desviarán al sector inmobiliario gran parte del mismo, provocando con ello una distorsión en el sector de la construcción, que es el único que mantiene la actividad productiva y de crecimiento por encima de la media nacional y comunitaria en las Islas pese a estar en pleno proceso de desaceleración económica.

El resto de sectores que aglutinaron la inversión extranjera fueron la hostelería, comercio y agricultura, pero en unos niveles casi simbólicos comparados con el capital invertido en la actividad inmobiliaria balear. El director general d'Economia, Antoni Monserrat, explica que este flujo inversor «demuestra que Balears sigue siendo una plaza interesante para los capitales extranjeros. Nadie invierte en un sitio donde se prevé que vaya haber una crisis. Las expectativas de crecimiento, pese a los considerandos que se puedan derivar de la actividad turística, indican que Balears ocupa uno de los primeros lugares en los países centroeuropeos».