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Sueños sobre ruedas, marcas de leyenda, diseños irrepetibles, concurren esta semana en Palma con motivo del II Trofeo Baleares Clásico del Automovil. Un Rallye lleno de romance y aventura a cargo de 173 joyas del automovilismo procedentes de 23 países que cubrirá diversos recorridos a lo largo y ancho de Mallorca hasta el dia 10 de marzo. El Moll de la Llonja es el escenario elegido como punto de salida y meta de la competición, donde ayer la mayoría de vehículos participantes ya hacían rugir sus poderosos motores de potencias inconfesadas.

El trofeo cubrirá hoy tramos de competicion que incluyen el ascenso a la ermita de Sant Salvador por la mañana, S'Alqueria Blanca, Llucmajor, Porreres y Llubi por la tarde. Mañana se celebrarà el acenso al puig de Sant Miquel y se prevé un sprint en el Port de Pollença y la subida a Lluc. En las jornadas siguientes Se llegara a Santa Eugenia y Llucmajor, al Coll de Sa Creu y al Coll de Soller. La carrera se divide en dos secciones según modelos cuya cubicaje oscila entre los 1.200 y 5.400 centímetros cúbicos. En la sección de Competitionobtener los mejores tiempos depende tanto de las carreras de montaña como de las carreras de circuito. En el primer caso el conductor conduce contra reloj, en los circuitos se determina en la carrera de posicionamiento quien es el más rápido y se determinan así las posiciones de salida.

En la sección Regularity se recorre un trayecto determinado en un tiempo exacto dado. En la montaña esto significa que los pilotos deben mantener desde la salida hasta la meta el tiempo dado y si es sobrepasado, tanto en exceso como en defecto, son penalizados. En la clase Competicion el vehículo debe estar equipado para la carrera, piloto y copiloto llevan trajes ignifugos y casco. La mayoría de estos reyes de la carretera, construidos entre 1928 y 1976, poseen motores enormes que necesitan de capós interminables, como es el caso de los míticos Mercedes 300 SL «alas de gaviota» de 1954 o los Jaguar E de 1962. Tambien compiten varios Aston Martin, entre ellos el célebre DB 6 utilizado en las películas del agente OO7.

No podían faltar los eternos Ferrari y Porsche, sendos símbolos del automovilismo italiano y alemán que generalmente mantienen los colores nacionales rojo y plata. O el francés Bugatti, como no de azul. Los británicos, auténticos precursores de estos rallies, hacen acto de presencia con sus elegantes Lagonda, Jaguar Alvis, Austin Healey, MG, Triumph y Sunbeam algunos con el tradicional color verde oliva y tambien concurre un clásico Hispano Suiza de 1930 como testimonio de la calidad y belleza de líneas alcanzada por la desaparecida marca española. Los Estados Unidos estan representados por el Chevrolet Corvette de 1957 que aparece con su genuina carrocería fiftiesde dos colores que emana todo el «glamour» de la época. Y hasta asiste una pieza única, el espectacular Posche 550 Syder de Heinz Kauhsen con carrocería de aluminio de onírica apariencia.

Un aspecto que llama enseguida la atención al contemplar estos vehículos, cuyo precio y procedencia forman parte de su secreto, es una increíble aerodinámica de voluptuosas líneas, en las carrocerias firmadas por genios del diseño como Pininfarina, Ghia, Karmann...etc en un evento que nos recuerda la brillante época del automovilismo deportivo en Mallorca representado por Loryc.