Àgil, humana y ocurrente. Maria Antònia Munar, presidenta del
Consell Insular de Mallorca, realizó ayer su primera entrevista
como «periodista» a Jaume Santandreu en «Encadenats», de M7,
programa en el que dos personas de relevancia en Balears actúan
como entrevistador y entrevistado y que se emite cada lunes a las
21 horas. Munar demostró su valía al otro lado del micrófono y
planteó con naturalidad temas generales y personales a Santandreu:
la pobreza, su línea política, el problema de los inmigrantes sin
papeles, su carácter en cierto modo polémico, la posibilidad de
legalizar las drogas y su homosexualidad.
Santandreu respondió en un ambiente distendido y muy cordial.
«Soy un hombre dividido -afirmó-. Mi corazón es de izquierdas, pero
me llevo mejor con la derecha. Nunca pretendo escandalizar. Soy un
conejo de campo obligado a vivir en una ciudad, y monitor de
marginados. Ahora, marginado entre marginados».
Refiriéndose a los inmigrantes, Munar se refirió a la
contradicción de querer un modelo territorial de izquierda y decir
«que venga todo el que quiera y que les den papeles a todos».
Santandreu afirmó que «una presidenta debe actuar como una madre y
tiene que tener un control de natalidad. No tienen que venir más
personas a Mallorca, pero los que están hay que cuidarlos. No hay
que confundir inmigrante con marginado».
Munar preguntó por la legalización de las drogas como medio para
erradicar la marginación y Santandreu se mostró partidario de
legalizar a los drogadictos. «Les daría la medicación que
necesitan. Hay unas listas de espera interminables para conseguir
metadona». El próximo lunes Jaume Santandreu entrevistará a
Catalina Cirer, delegada del Gobierno. «La elegí porque es muy
católica, muy de Iglesia y tiene mucha cuerda».
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