El proyecto de ley de residuos que ya tiene prácticamente listo la
Conselleria de Medi Ambient deja abierta la posibilidad de ampliar
la planta incineradora como sistema de eliminación de residuos, si
bien deja claro que la incineración tan sólo se ampliará en
circunstancias muy especiales. El director general de Residus del
Govern, Nicolau Barceló, aseguró que la ley fija una prelación a la
hora de elegir el sistema de eliminación de residuos. En primer
lugar se sitúa la reducción en origen de los residuos, como el
sistema más ecológico de todos.
El segundo sistema que defiende la ley es el de la valorización,
es decir, conseguir alguna rentabilidad de los residuos. De todos
los sistemas de valorización, la ley prefiere el reciclaje a la
incineradora. La peor opción de todas es el vertido de los
residuos, si bien Barceló aseguró que, en determinadas
circunstancias, el sistema de vertido es preferible al de
incineración. El director general de Residus explicó, por ejemplo
que el sistema de vertido es el más aconsejable para algunos
residuos, como los escombros. También es preferido en territorios
pequeños donde una incineradora produciría un enorme impacto. Este
es el caso de Formentera, tal y como explicó Barceló.
A pesar de que la ley deja la puerta abierta a la ampliación de
la incineradora, Barceló reiteró que se trata de la última opción y
para aquellos casos en que se compruebe que es imposible el
reciclaje. Por lo que respecta al reparto de competencias, el
director general de Residus recalcó que la ley es extremadamente
respetuosa con los consells, a quienes cede la gestión de todos los
residuos no peligrosos. Entre los residuos no peligrosos, que son
los que gestionarán los consells, se encuentran los residuos
urbanos y los residuos específicos. En esta última categoría se
incluyen los escombros, los residuos voluminosos, los lodos de
depuradoras y los aceites no tóxicos.
Todos estos materiales requieren un plan específico de
eliminación de los que, por el momento, tan sólo está hecho el de
escombros. Por lo que respecta a los residuos peligrosos, el Govern
trabaja ya en un plan específico para que el tratamiento de estos
residuos lo hagan gestores autorizados. Barceló opinó que la
descontaminación y el reciclaje de los vehículos viejos
corresponderá a gestores privados, mientras que la eliminación de
las pilas se hará a través de gestores públicos. Barceló explicó
además que el proyecto de ley faculta al Govern a crear una empresa
pública para el tratamiento de los residuos peligrosos.
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