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Los distintos acontecimientos dramáticos de los últimos tiempos propiciados por distintos perros han originado una gran desconfianza social respecto a estos animales. El ataque agresivo de algunos canes hacia individuos, sobre todo niños, ha despertado la temeridad entre la sociedad en torno a las razas caninas de grandes dimensiones. A pesar de ello, no hay que caer en el error de meter en un mismo saco a todos los perros.

Una de las razas más perjudicadas por esta polémica ha sido el ca de bestiar. Esta raza mallorquina por excelencia es continuamente confundida con los perros agresores. «Para la gente, todo perro negro es un ca de bestiar, y eso no es cierto». Joan Vicens-Nyegos, miembro de el Club del Ca de Bestiar, advierte que para que sea de raza pura, el animal debe presentar dos requisitos primordiales: tener tatuada en su oreja la referencia del pastor mallorquín, y poseer el pedigrí.

«Los mallorquines sentimos autoodio de lo nuestro, lo que provoca un desprestigio claro»; según Vicens-Nyegos el ca de bestiar no es un perro agresivo, adjetivo impuesto por algunas personas que, por ignorancia, se esfuerzan en desprestigiar esta raza. Al contrario, el pastor mallorquín es dócil, cariñoso y muy inteligente. De todas maneras, siempre puede haber casos de agresividad como en todas las demás razas. «Quien tiene un perro debería recibir un curso para sacarse una licencia que le permitiera tenerlo, como hacen en Holanda». Los dueños son en muchos casos los que convierten a un perro dócil en un perro agresivo.

Además, el cambio social que ha experimentado Mallorca en los últimos cuarenta años, ha provocado una inadaptación del perro en el entorno actual. Al perro le cuesta adaptarse al nuevo estilo de vida. Ha pasado de ser un can encargado de conducir los rebaños, guardar el terreno y recoger las ovejas sueltas del monte, a ser un animal de compañía en un piso.

La Associació de Criadors i Propietaris de Cans de Pastor Mallorquí y Club del Ca de Bestiar trabaja desde 1970 para dar a conocer esta especie autóctona y salvaguardar su integridad. En 1981 consiguió que la Real Sociedad Canina Española reconociera el ca de bestiar como raza. Además, cada año se realizan en la Isla siete concursos morfológicos de belleza para mejorar la raza, a partir de los perros más aptos. De ellos sale el campeón de Mallorca, título que el año pasado recayó en el perro Embat de Son Burdils.