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«He aprendido que se puede hacer música con cualquier cosa». Noelia Luengo tiene 13 años. Antes de asistir al concierto «La percussió: un viatge a través de la història», no conocía mas que «la batería». Después, sus conocimientos se ampliaron, como los de Anselmo Martínez. «No sabía que existían tantos instrumentos de percusión». Ambos, junto a 600 alumnos, asistieron ayer a una clase sobre la percusión, explicada por Armando Lorente y Susana Pacheco, en el Conservatori.

Una narración a través del tiempo y de los continentes. Los dos maestros contaron la historia de instrumentos como la marimba, «introducida por los mercaderes árabes», o la lira, «usada por primera vez por Mozart en 'La flauta mágica'», según Lorente. También enseñaron sus diversos usos, cómo suenan y de dónde proceden. Los platos, por ejemplo, nacieron hace «entre 6.000 y 5.000 años» y, la caja, «en un principio, se utilizaba haciendo un agujero en el suelo que se tapaba con una piel y se tocaba con los pies», dijo Lorente.

Para Martínez, «con cualquier material se puede hacer música». La razón, un cazo y una paella pueden servir, como demostraron los maestros. Al final, siguiendo las instrucciones de los profesores, los jóvenes jugaron con las palmas y tocaron la caja. Todos aprendieron algo como Jésica Torrero, quien redescubrió el lugar que ocupa la percusión. «No está sólo en grupos de rock».