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J.F.MESTRE/P.CANDIA
El fiscal jefe de Balears, Antonio de Vicente Tutor, en un escrito de trece folios, solicita que se anule el auto dictado por el juez Antoni Monserrat por el que archiva el grueso de las actuaciones del «caso Formentera». Insiste, asimismo, en que la causa se remita al Tribunal Supremo, para que tome declaración como imputados al ministro Jaume Matas y a la diputada Rosa Estaràs. El fiscal califica de «auto defensor» el escrito elaborado por el juez Monserrat por el que declara el archivo de las diligencias, y argumenta que sólo tiene en cuenta lo «declarado y documentado que beneficia a los denunciados e imputados». También le llama la atención de que la decisión «contiene argumentaciones y contenidos más propios de una sentencia que de un auto».

El recurso del fiscal no se basa sólo en argumentaciones jurídicas para justificar la revocación del auto, sino que hace un extenso análisis de las declaraciones prestadas por los encausados y por los testigos que, a su juicio, indican que el Partido Popular montó una trama para captar los votos de los inmigrantes sudamericanos, y que de estas maniobras estaban al corriente tanto Matas como Estaràs. Así, en primer lugar, Antonio de Vicente mantiene que las 73 personas que se censaron en Formentera no tenían ningún vínculo con la isla y que, además, recuerda que muchos de ellos ya estaban inscritos en otras localidades de Balears.

Esta acusación del fiscal se basa en los informes elaborados por los Segura (descarta que se tratarán de escritos personales sin ninguna valoración política) en los que aparecen frases como «las posibilidades electorales de Santa Fé son óptimas» o que «el voto a favor del PP está absolutamente garantizado». También recuerda el fiscal los resultados electorales del PP en las últimas elecciones, que pasó de 3 a 81 votos en Formentera.

Uno de los puntos donde más hace hincapié Antonio de Vicente es en la actuación de Maria Pau Segura, tanto en su contratación irregular como funcionaria, como en el papel que desempeñó en los cuatro viajes que realizó a Sudamérica. El fiscal no comprende como Maria Pau, cuando todavía no había sido contratada para la administración, fuera llamada para que asistiera a una reunión con Matas, Estaràs y Cardona donde él cree que se diseñó «la trama electoral». Tampoco entiende como, si había sido contratada para mejorar los contactos comerciales en Sudamérica, viajara en el mismo avión que iba Matas cuando se desplazó a Argentina y Uruguay, y no lo hiciera en el que iban los empresarios.

De Vicente analiza también las declaraciones de otros testigos o imputados que, a su juicio, no han aclarado el papel que realizaba Maria Pau en estos viajes a Sudamérica, y mucho menos a qué respondían estos informes. En este sentido, el fiscal jefe considera que las declaraciones que han hecho los imputados «en vez de aportar luz sobre lo verdaderamente ocurrido, despejando las oscuridades, contradicciones y dudas de toda índole que flotaban sobre la investigación, no han hecho otra cosa que incrementar las incertidumbres».