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Los jóvenes de la part forana de Mallorca celebran estos días el esplendor de la Semana Santa y la llegada de los pancaritats. Todos con camisetas del mismo color y lemas coincidentes, y con el típico pañuelo que les identifica, animan las calles y divulgan esta tradición que a pesar de la supresión del alistamiento militar obligatorio sigue siendo tan popular como antaño. Muchos son los que esperan con ansiedad poder festejar junto a sus amigos y amigas el día de Pascua, acudir al Enqüentro, visitar los domicilios de cada quinto y cantar gloses.

Asimismo, el martes se desplegarán toda una serie de pancaritats, como por ejemplo los del Puig de Bonany de Petra, del Puig de Sant Miquel de Montuïri y la romería a la ermita de Castellitx de Algaida. La semana será culminada por el Diumenge de l'Àngel. En estos actos, los quintos y quintas aportan la ilusión y la alegría. Los productos estrella, panades i robiols, son ensalzados por la juventud, que en cada pueblo suele exhibir algún que otro elemento propio. En Campos, por ejemplo, los quintos cantan Sales, y en Sant Joan se confrontan en una guerra de naranjas y se arrebatan, generacionalmente, un pino.

En la imagen superior pueden verse, precisamente, los quintos de Sant Joan, nacidos en 1981. Este año son catorce y desde el miércoles conviven juntos en una misma casa. En la actualidad, los vecinos suelen ofrecerles dinero, más que panades. El alcalde les ha prometido que si van en primer lugar a visitar su casa les dará 5.000 pesetas, o lo que es lo mismo pero reconvertido a la nueva moneda, 30'05 euros.