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Un total de 1.190 hijos de inmigrantes se han ido incorporando a las aulas de Balears escalonadamente una vez iniciado el actual curso escolar, tal y como viene sucediendo en los últimos años. Si bien el dato se refiere al periodo comprendido entre 30 se septiembre de 2001 y 31 de enero de 2002, el goteo de nuevas matriculaciones es constante a lo largo del curso y tras las vacaciones de Pascua se espera una nueva «oleada» de llegadas.

Las incorporaciones tardías afectan en especial a los niveles de Infantil, Primaria y ESO y son distribuidas equitativamente entre los centros escolares por la Conselleria d'Educació, «tanto en centros públicos como concertados, aumentando las ratios», afirmó el director general d'Educació i Centres, Jaume Gual. Los alumnos provienen sobre todo de América Latina y Àfrica. Concretamente, a Mallorca llegaron en los primeros cuatro meses del curso 1.055 alumnos marroquíes, 305 colombianos, 185 ecuatorianos, 159 argentinos o 476 británicos. En ese mismo periodo otros 35 menores abandonaron las aulas mallorquinas, 23 de ellos de familias francesas que llegaron a para un trabajo de temporada.

A las aulas menorquinas se incorporaron 62 alumnos, 21 de ellos de Ecuador y otros 17 de Colombia, y se produjeron dos bajas. En Eivissa, de las 194 nuevas matrículas, 52 son de niños ecuatorianos, 42 de colombianos, 34 de marroquíes y 23 de argentinos y hubo seis bajas. Por último, en Formentera se sumaron 11 menores colombianos y dos argentinos y hubo tres bajas. Esto hace que un año más se hayan superado las previsiones sobre la población de unos 150.000 escolares. Así las cosas, los alumnos de origen extranjero ya representan el 6% del total de estudiantes matriculados en Infantil, Primaria y Secundaria, cuando hace un par de años suponían sólo el 3%.

Esta fuerte presión migratoria impide, según los técnicos, una planificación adecuada de los centros. El principal problema, aseguran, es que estos alumnos no llegan al inicio del curso, sino que lo hacen de manera escalonada, con puntas que coinciden con la finalización de las diferentes temporadas turísticas; es decir, se localizan en octubre, en enero y después de Pascua. Si a lo largo del curso 1999-2000 se registraron unos 3.000 nuevos estudiantes procedentes del exterior, (el año antes habían sido 600 las nuevas incorporaciones), el curso pasado fueron cerca de 2.000 los alumnos tardíos.