El Consell de Mallorca convocará un concurso público con el fin de
adjudicar un total de 450 autorizaciones anuales para edificar una
vivienda unifamiliar en suelo rústico. El vicepresident del
Consell, Miquel Nadal, y el conseller d'Ordenació del Territori de
la institución, Rafael de Lacy, explicaron ayer el contenido de
este acuerdo que hoy mismo será estudiado por la ponencia técnica
de la Comissió Insular d'Urbanisme. El objetivo es que esta norma
de reparto del cupo en suelo rústico sea ratificada el próximo
viernes por la Comissió Insular d'Urbanisme con el fin de que el
día 22 de abril se puede aprobar en un pleno extraordinario. Aunque
las formaciones políticas del Pacte no se han pronunciado
oficialmente sobre la propuesta presentada por UM, pero se
mostraron receptivos a la propuesta presentada por los dirigentes
nacionalistas.
El sistema que ha propuesto el Consell parte de un cupo de 450
licencias anuales, acordado el pasado mes de enero por las
distintas formaciones políticas, pero a partir de ahí cambia el
sistema de concesión de licencias. Para empezar, se convocará un
concurso, de forma que no tendrá prioridad quien primero presente
la propuesta. Para garantizar la máxima transparencia y
participación, el concurso se hará en tres convocatorias de 150
autorizaciones cada una de ellas. Para poder concursar se pide una
documentación muy simple que ni supone la redacción de un proyecto
técnico, de forma que se evitan los gastos del proyecto. Cada
persona física o jurídica sólo podrá presentar un proyecto. En caso
de que se presentan más proyectos de los que se adjudicarán
finalmente, el Consell ha propuesto cinco criterios para priorizar
las autorizaciones.
Los cinco criterios que se tendrá en cuenta son el menor grado
de protección de la parcela, la mayor extensión de la finca, la
antigüedad de la finca, y el hecho de que se agrupen parcelas.
También tendrán prioridad las personas físicas sobre las jurídicas.
En caso de que en una de las convocatorias no se agote el plazo,
las restantes pasarán al siguiente con la salvedad de que el máximo
anual será de 450 licencias para toda la Isla. El conseller
d'Ordenació del Territori explicó que el Consell no atiende a
criterios de reparto por municipios, sino que se examinará cada una
de las parcelas y será la característica del terreno la que defina
si hay o no hay derecho a una autorización. El vicepresident del
Consell señaló que, con estos criterios de reparto, la institución
cumple el acuerdo territorial al que llegaron los partidos del
Pacte el pasado mes de enero. Nadal se mostró convencido de que
habrá acuerdo y recordó que, en caso contrario, decaerá la
moratoria en rústico.
Por su parte, el conseller d'Ordenació del Territori del Consell
insistió en que es aconsejable no abordar las cuestiones
territoriales ya que las declaraciones provocan un efecto directo
sobre el número de solicitudes. A pesar de que Lacy no quiso dar
datos, tan sólo en el mes de enero las peticiones para urbanizar en
suelo rústico en los municipios de Inca y Palma rondaban las 600,
según algunas fuentes. En cualquier caso, las 450 autorizaciones
que concederá el Consell anualmente se alejan de las 549 concedidas
en 2001. A su vez el total de licencias concedidas el año pasado
sufrió un descenso del 32 por ciento con respecto a las 810
licencias otorgadas en el año 2000. Aunque el Consell otorgó 6º549
autorizaciones, el número de peticiones fue mucho más elevada y
llegó a 750. En los últimos siete años se han construido legalmente
un total de 4.055 viviendas en suelo rústico.
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