La presidenta del Consell, Pilar Costa, perdió la cuestión de
confianza vinculada a la aprobación de presupuestos que se trató
ayer en un pleno extraordinario. Costa contó con los seis votos
afirmativos de su grupo parlamentario, pero fueron insuficientes,
ya que en contra votaron los seis consellers populares y el
representante del grupo mixto, Joan Buades, quien hasta enero de
2000 formaba parte de los progresistas. El «no» de Buades fue
acompañado desde el público, que abarrotó la sala, por el grito de
«¡tránsfuga!». La pérdida de la votación impidió aprobar
automáticamente los presupuestos. Ahora se abre un periodo de un
mes en el que la oposición tiene la oportunidad de presentar una
moción de censura, acompañada de un candidato y de unos
presupuestos propios. En caso de que, como es previsible, el PP y
Joan Buades no se pongan de acuerdo, las cuentas de 2002 se
aprobarían, también, automáticamente.
En su discurso, la presidenta insistió en que se había visto
obligada a hacer uso de esta medida ante el «bloqueo sistemático de
la oposición a los presupuestos», especialmente de Els Verds. Así,
Costa mostró un documento (un certificado de Intervención) que
confirma que el Pacte ya había incluido en las cuentas de 2002 los
275 millones de pesetas para Benestar Social que reclamaban Els
Verds. Asimismo, volvió a insistir (como otros miembros de su
equipo de Gobierno han reiterado durante los últimos tres meses) en
que acepta dar a los verdes otros 500 millones para que los manejen
a su antojo: en total, 775. Marta Roldán, coordinadora de Els
Verds, aseguró en rueda de prensa celebrada al término del debate
que esos 275 millones «no entraban en la negociación de
presupuestos». Los verdes querían otros 275 millones.
Buades reclamó ayer reiteradamente a Pilar Costa que suspendiera
el pleno si realmente estaba dispuesta a aceptar la cantidad (los
800 millones) que pide Els Verds. Como posteriormente el portavoz
del grupo popular, Pere Palau, también se ofreció a negociar y
lamentó que los progresistas no les hubieran tenido en cuenta a la
hora de consensuar los presupuestos, Pilar Costa exclamó con
ironía: «Ahora resulta que todos han querido negociar. Ahora
resulta que no es cierto que hay una serie de proyectos
bloqueados». Palau acusó a Costa de «soberbia y falta de diálogo
con la oposición». Y al igual que Joan Buades, el portavoz popular
insinuó que sería conveniente que dimitiera y otro asumiera la
responsabilidad de formar gobierno.
Buades dice 'no' a una moción de censura y el PP 'no
sabe, no contesta'
Sobre la posibilidad de que algún grupo presente una moción de
censura en los próximos 30 días, al menos hay una postura clara:
Joan Buades ni la presentará ni la votará a favor en caso de que
lleve el sello del Partido Popular, según aseguró ayer la
coordinadora verde Marta Roldán. Tan claro no lo tienen en el
Partido Popular. Su presidente pitiuso, Josep Juan Cardona, dijo al
término del pleno que 'ni sí, ni no, ni todo lo contrario'. No
quiso dar detalles porque, a su juicio, ese no era el tema que
había que tratar ayer. A su lado, el ex presidente Antoni Marí
Calbet no se anduvo, sin embargo, con tantos rodeos, y con una
sonrisa sardónica en los labios señaló: «¿Por qué no, si Buades nos
apoya? Lo pensaremos». La falta de acuerdo entre ambas formaciones
de la oposición tendrá un final previsible: en un mes los
presupuestos se aprobarán de forma automática.
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