«El juicio fue el ridículo más espantoso por parte de toda la
policía, que seguramente necesitaba carne para justificar el
despliegue, su dureza y la propaganda del Ministerio del Interior
alertando, hacía meses, de que habría altercados». Antoni Colomer,
padre del joven de Inca detenido tras la manifestación
antiglobalización celebrada en Barcelona, habla sobre las grandes
contradicciones en las que cayó la policía durante el juicio de su
hijo, celebrado el 5 de abril en Barcelona. A la espera que en unas
semanas se haga pública la sentencia, Colomer dice tener plena
confianza en el juez y esperar que el caso se resuelva de forma
favorable a su hijo, Antoni.
El padre critica duramente a las fuerzas de seguridad del Estado
que, «poniendo la cumbre de Barcelona como excusa ocuparon toda la
ciudad, se saltaron todas las normas que en un estado de derecho
debe prevalecer y apalizaron, maltrataron y humillaron a personas
que asistieron de forma pacifica a una manifestación autorizada».
Asimismo, pide la reprobación pública de quienes «apalizaron
brutalmente, detuvieron y acusaron a mi hijo Antoni sin
fundamento».
Antoni Colomer se siente muy orgulloso de la actuación de su
hijo en todo momento y explica que éste no puede entender «de
ninguna manera» que lo apalizaran, detuvieran y encerraran durante
50 horas en comisaría acusándole de cosas que no había hecho. «No
se lo puede creer porque no entiende la violencia, todos los que le
conocen saben que es un chico dialogante , tranquilo, pacifista»,
dice. En principio, el fiscal pedía una pena de cuatro años y siete
mese de prisión para Antoni Colomer Llobera, a quien se acusaba de
llevar piedras en los bolsillos, llevar la cara tapada y manipular
artefactos explosivos. Sin embargo, antes de entrar al juicio, le
propuso llegar a un acuerdo eliminando la pena de prisión de su
demanda y reduciéndola a una sanción económica.
«Yo, que lo que más temía era la prisión, hubiera aceptado
enseguida, pero mi hijo se negó alegando que era totalmente
inocente y que así quería que se reconociera», mantiene el padre,
que se pregunta quién podrá restistituir a su hijo de «las horas
pasadas en comisaría, la paliza, la humillación, las falsas
acusaciones...». Colomer también pide que «la angustia que la
familia y amigos de Antoni hemos sufrido desde su injusta detención
sea reparada de la forma más conveniente por la autoridad que
corresponda». «Y cuando pido una reparación no me refiero al tema
económico», añade.
En este sentido, aclara que la fianza o parte de los 1.500 euros
que pagó para que su hijo pudiera salir de comisaria se irá, si se
la devuelven, «directamente a Amnistía Internacional». «Haré todo
lo posible para que, actos como estos, no se repitan o sean siempre
denunciados», mantiene Colomer, que agradece a numerosos políticos
e intelectuales progresistas como el president Antich, Josep
Gomila, Francina Armengol o Antoni Mir, el apoyo recibido.
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