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CARLES CANALS Las relaciones entre políticas urbanísticas y la salud de la población, además de los conocimientos de epidemiología desde una visión histórica, son algunos de los tópicos (vigentes en la discusión científica) que analizará y tratará el próximo mes de mayo el XII Congreso de Historia de la Medicina Catalana, convocado en Pollença por las reales academias de Medicina de Catalunya y Balears, con la colaboración de la Universitat de les Illes Baleares (UIB) y el apoyo de Sa Nostra.

Ésta será la primera colaboración entre ambas instituciones desde que la academia balear renovó su junta, actualmente encabezada por el doctor Alfonso Ballesteros, con Francesc Bujosa como vicepresidente, y decidió una mayor colaboración con otras entidades científicas para conseguir una mayor proyección social. Tanto Ballesteros como Bujosa y la profesora Isabel Moll, representante de la UIB, coincidieron ayer en destacar la importancia que la historia de la medicina tiene para determinados estudios médicos, como es la epidemiología («porque en este campo no es admisible la experimentación»), así como la riqueza documental y el prestigio de la medicina catalana desde el siglo XIX.

El secretario científico del congreso por parte de la Academia catalana, el doctor Anton Pujol, destacó la accidentada historia de estos congresos de medicina catalana desde 1970, debido a la situación política del Estado, pero se mostró optimista por el hecho de que «por primera vez hemos podido coordinar dos academias y éste es el buen camino». La ponencia que pronunciará Josep Lluís Barona sobre «Política urbanística e higiene de las ciudades» abrirá este XII Congreso de Historia de la Medicina Catalana.