El centenar de cipreses permanecía ayer amontonado en la cuneta de la carretera. Foto: C.VIERA.

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El desdoblamiento del primer tramo de la carretera de Valldemossa, de la Vía de Cintura a la rotonda de Camí dels Reis, ya se ha cobrado sus primeras víctimas: los cipreses. El desarrollo de las obras dejaron ayer una imagen desoladora, con un centenar de cipreses derribados en fila para acometer un proyecto que incluye, entre otras actuaciones, la duplicación de la calzada, construcción de dos rotondas (una de enlace en la Vía de Cintura y otra en el cruce de Camí dels Reis), habilitación de un carril bici, creación de un paseo para viandantes y construcción de dos pasarelas metálicas.

Mejorar los enlaces hasta la UIB era un clamor popular, pero ya se sabe que ese objetivo no se consigue sin sacrificar parte del entorno. Y los cipreses formaban parte de la zona desde tiempos inmemoriables. Muy cerca de ahí se construirá una rotonda que permitirá realizar todos los giros a los conductores. Pero ya no estarán los cipreses.