Ayer, primero de los tres días de plazo para la presentación de
solicitudes, los centros concertados recibieron numerosas
reclamaciones realizadas por familias que no han conseguido obtener
una plaza para sus hijos en el colegio escogido en primera opción
o, en algunos casos, en ninguna de las primeras opciones. No
obstante, desde la patronal de los colegios concertados Educació i
Gestió, Marc González, asesor legal, declaró que las listas de
admitidos provisionales no variarán tras el estudio de las
reclamaciones, salvo errores, y defendió la total legalidad del
proceso de admisión.
González explicó que «este año se dejará fuera prácticamente a
tanta gente como el año pasado». En concreto, esta situación afecta
a casi el 20 por ciento de los escolares de tres años en Palma, y
en menor medida a alumnos de Primaria y Secundaria que se
incorporan al sistema escolar balear o que han realizado el proceso
para cambiar de centro. Muchas de las quejas apuntan hacia la falta
de control que permite que algunos padres sumen puntos en favor de
sus hijos a base de falsear sus datos del padrón, cambiando el
domicilio de los hijos. También, como en años anteriores, muchos
padres se quejan de que en las listas provisionales de admitidos se
anota junto al nombre del niño la puntuación obtenida, pero no se
concreta el concepto por el que se ha logrado cada punto.
Y en opinión de los que no han tenido suerte en el sorteo que se
realizó entre los niños que empataban a puntos si se pudiera saber
de dónde sale cada punto se podría comprobar qué familias han
falsificado datos para tener más puntuación. Mientras, desde
Educació se insiste en que los fraudes sólo pueden ser controladas
o evitadas desde los ayuntamientos. EiG apuntó, además, que la
demanda de los centros concertados sigue creciendo en Palma y
poblaciones con mucha presencia de inmigrantes.
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