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Cruz Roja Joventut imparte clases de educación sexual a los jóvenes de toda Balears desde el año 1997, una misión que, hoy por hoy, no cumplen los centros educativos y que descubre el gran desconocimiento que, aún en estos días, presentan los adolescentes en cuestión de sexo.

«Tienen muchos mitos que debemos desenmascarar y, sobre todo, una gran incapacidad para percibir el riesgo. Tienden a pensar que los embarazos o las enfermedades de transmisión sexual son cosas que no les pueden pasar a ellos», reconoce Vanessa Colomar, técnica del Programa de Educación para la Salud de Cruz Roja Joventut y coordinadora del mismo en Balears.

Entre las creencias erróneas más frecuentes de los adolescentes, Colomar destaca el hecho de que «durante la menstruación no es posible quedarse embarazada, que la primera vez de una chica siempre tiene que ser dolorosa o que el sexo se reduce al coito».

Sigue siendo relativamente frecuente, además, que no empleen el condón en sus relaciones, por eso ante la polémica de si deben instalarse máquinas expendedoras de preservativo en los institutos, desde Cruz Roja se tiene una opinión muy clara, «toda medida que facilite o ayude a que los adolescentes tomen medidas preventivas es buena».

En el taller se trabajan «los diferentes métodos anticonceptivos, centrándonos en el preservativo cuando nos introducimos ya en el módulo de VIH-sida, con lo que comprenden que es la solución ideal para un adolescente». La finalidad básica de estas clases, en las que se les entregan condones, es la de «resolver todas aquellas dudas o falsas creencias que tienen los jóvenes y que comprendan la importancia de emplear el preservativo, con eso nos damos más que por satisfechos», confiesa.