En Palma se vivió una manifestación multitudinaria. FOTO: PERE BOTA

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La huelga general del 20-J en las Islas registró incidentes puntuales entre piquetes informativos y las fuerzas de seguridad, pero su desarrollo global transcurrió con normalidad, con la lógica repercusión en los principales sectores productivos de las Islas. La jornada, según el Gobierno, fue secundada por el 21 por ciento de los trabajadores de las Islas, mientras que los sindicatos lo elevan al 89 por ciento.

Los principales incidentes se produjeron en el aeropuerto de Son Sant Joan, donde hubo cargas policiales, así como en Manacor, donde varios sindicalistas golpearon con palos a miembros de las fuerzas de seguridad, y en la manifestación de Eivissa. También hay que contabilizar algunos daños materiales, como el corte de las líneas telefónicas de la Autoritat Portuària en Palma y otros desperfectos de menor cuantía en comercios y vehículos, según informa Delegación de Gobierno.

Los aeropuertos de Son Sant Joan, Maó y Eivissa funcionaron con normalidad, pero con una programación bastante inferior a la prevista por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), dado que las compañías aéreas decidieron suspender y retrasar a hoy la mayor parte de sus vuelos, lo que evitó que miles de pasajeros se aglomeraran en las terminales a la espera de poder ser trasladados a sus países de origen y establecimientos turísticos. A excepción del transporte discrecional, en Son Sant Joan se llevaron a cabo todos los servicios mínimos fijados.

La delegada del Gobierno, Catalina Cirer, señalaba ayer que «en general, se han respetado los servicios mínimos decretados gracias al esfuerzo de las Fuerzas de Seguridad del Estado y a las Policías Locales por su servicio y felicito a los trabajadores, empresarios y huelguistas por su actividad cívica y respetuosa».