La desaceleración de la economía balear no se ha traducido en una
disminución de las operaciones de «compraventa» de viviendas de
segunda mano durante los cinco primeros meses de este año. Así se
desprende del grado de ejecución de los ingresos de los impuestos
autonómicos, especialmente del que hace referencia a las
transmisiones patrimoniales, la recaudación del cual ha aumentado
cuatro décimas en relación al mismo período del año pasado.
La Conselleria d'Hisenda del Govern balear, que dirige Joan
Mesquida, ha mantenido este año prácticamente igual a 2001 la
previsión de ingresos del impuesto de transmisiones patrimoniales,
que llegó a los 153 millones de euros. Entre enero y mayo, el grado
de ejecución ha sido del 39'65 por ciento frente al 39'26 por
ciento del ejercicio anterior. Las arcas autonómicas han ingresado
por este concepto 60'7 millones de euros.
El tributo grava las transmisiones de toda clase de bienes y
derechos que integran el patrimonio de las personas, así como la
constitución de derechos reales, préstamos, fianzas, alquileres,
pensiones y concesiones administrativas. También afecta las
operaciones realizadas por las sociedades, aunque la mayor parte de
los ingresos están relacionados con la compraventa de
viviendas.
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