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JULIÀN AGUIRRE Los comerciantes del Mercat del Olivar se muestran optimistas y sobre todo esperanzados porque merecerá la pena aguantar seis meses las obras de remodelación.

Maria Bonet, Joana Maria Sansó y Polita Sansó están en el puesto de verduras «Cas Germans», son conscientes de que habrá ciertas molestias con este cambio de ubicación y espacios más reducidos que los actuales en los puestos. «Pero merece la pena "aseguran", ya que luego estará todo mucho mejor». Juanjo Bujosa lleva 15 años en el mercado y, al igual que Vicente Rodríguez, quien desde el año 1950 está en «Frutos Paco», opina que las obras merecen la pena y habrá que aguantar ruido y molestias, «pero es la mejor solución».

Catalina Pomar lleva cincuenta años en «MIR 2», un puesto de artículos para animales. Ella y Catalina Rotger creen que está bien la opción de estar durante estos seis meses en la carpa, «sobre todo por higiene en los productos». Lo único negativo es el espacio tan reducido para sus productos.