La Comissió de Serveis Generals del Consell de Mallorca aprobó
ayer, con los votos en contra del PP, la subida de la tarifa del
tratamiento de residuos para el año que viene. La tasa de la
incineradora y tratamientos suplementarios será el año que viene de
57'19 euros (9.516 pesetas), lo que representa una subida del 2'8
por ciento con respecto a los 55'62 euros (9.255 pesetas) que se
han pagado este año.
El conseller de Medi Ambient del Consell, Miquel Àngel Borràs,
que fue quien llevó la propuesta a la aprobación de la Comissió,
aseguró que el incremento para 2003 es inferior al IPC acumulado
entre mayo de 2001 y mayo de 2002, periodo que se ha escogido para
hacer el cálculo, y que se sitúa en el 3'27 por ciento. Miquel
Àngel Borràs anunció que el tema será debatido en el pleno que
celebra la institución el día 29 de enero. El conseller de Medi
Ambient aseguró que el Consell ha preferido aprobar la tarifa
cuanto antes, ya que ahora se abre un plazo para que se presenten
alegaciones a la nueva tasa.
Miquel Àngel Borràs destacó el esfuerzo de contención tarifaria
de la institución, aunque ese ligero incremento permitirá, no
obstante, costear el mantenimiento de las plantas que ya están en
funcionamiento además de financiar el porcentaje correspondiente a
las nuevas plantas de tratamiento de residuos. Por lo que respecta
a estas nuevas instalaciones, la organización ecologista Greenpeace
denunció ayer el retraso intencionado en la construcción de las
plantas de selección de envases, compostaje y metanización. Según
el director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, este
retraso tiene como único objetivo tratar de hacer ver a los
ciudadanos que la única opción para la eliminación de los residuos
es la ampliación de la incineradora.
Los responsables de Greenpeace aseguraron que el plan de
residuos aprobado por el Govern es positivo, pero no se está
cumpliendo en aspectos clave, como es la recogida selectiva. «La
responsabilidad por el incumplimiento del plan es triple: del
Govern, del Consell y de ayuntamientos como el de Palma que no
inciden en la implantación de sistemas de recogida selectiva»,
señaló el director ejecutivo de Greenpeace. La responsable de la
campaña de tóxicos de Greenpeace España, Sara de Río, explicó que
el tratamiento específico de la basura orgánica supondría tratar de
forma adecuada el 54 por ciento de los residuos. Añadió que, con
otros sistemas de tratamiento, sería posible cerrar la
incineradora.
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