Ingresaron quince nuevos perros. Fue el pasado día 23 de julio, un
día normal en cuanto a entradas de animales vagabundos o
abandonados en el Centre Sanitari Municipal de Protecció Animal de
Son Reus. Desde enero hasta el mes de mayo ingresaron en el centro
1.418 animales, de los cuales la mayor parte (1.110) fueron perros.
No es una cifra excepcional, ni siquiera se ha modificado con la
llegada del verano. Son Reus no da abasto, no puede acoger más
animales.
Del total, 673 fueron encontrados vagabundeando en la calle y
737 llegaron a Son Reus por la renuncia de sus propietarios. Todas
las casetas están llenas, pero lamentablemente se van vaciando cada
quince días. Es el plazo otorgado para que se realice una adopción.
En el caso de que no se produzca, se les administra un
tranquilizante y después una sobredosis de anestesia. Quince
casetas vuelven a quedar vacías para ser ocupadas, de nuevo, por
otros quince animales.
La única manera de evitar la muerte de estos animales es la
adopción. De total de perros que ingresan en el centro, sólo «el 33
por ciento son adoptados. El resto, son sacrificados. El año pasado
se adoptaron más de mil perros. Desgraciadamente, hemos llegado a
un punto en el que el centro siempre está lleno. Tenemos a punto de
entregar 120 animales. Si no, deberán abandonar las casetas»,
afirma Pere Morell, director del centro. Son Reus dispone de todo
tipo de animales y razas. En concreto, tiene alrededor de 15
animales considerados como «peligrosos», como el Pit Bull. «El
problema que surge con estos animales es que para ser adoptados el
propietario necesita tener una licencia o permiso y pocos quieren
sacárselo», añade Morell.
Dentro de 12 días serán sacrificados los animales que ilustran
este reportaje. Llegaron al centro el pasado día 23 de julio y, si
la adopción no lo remedia, se les aplicará la sobredosis de
anestesia. No sólo afecta a perros de mediana edad, sino que los
cachorros también son víctimas, lamentablemente, del abandono de
sus dueños. «En cuanto ingresan al centro se mira si los animales
tiene chip para localizar a sus dueños. En el caso de que lo
tengan, le pedimos por qué razón ha abandonado al animal. Aquí se
le realiza una exploración clínica física y durante quince días se
controla su estado de salud. Todos los que entraron el pasado día
23 están perfectamente sanos».
Cuando una persona acude al centro para llevarse un animal «se
le realiza un contrato de adopción. Si en el plazo de quince días
el animal sufre algún tipo de enfermedad, puede devolverlo a Son
Reus y aquí lo tratamos», añadió Morell. Si alguna persona está
interesada en adoptar alguno de los perros, sólo tiene que llamar
el teléfono 971 43 86 95. Quedan sólo doce días para que esta
pequeña muestra de animales abandone por la fuerza Son Reus.
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