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La Conselleria de Benestar Social tiene previsto aumentar a 1'8 millones de euros el presupuesto destinado a la Renta Mínima de Inserción (RMI) a fin de elevar al 30 por ciento el porcentaje de familias de las Islas en situación de pobreza que perciben este subsidio, que actualmente sólo llega al 12 por ciento. Fernanda Caro, consellera de Benestar Social, explicó ayer que esta iniciativa tiene como objetivo que a corto plazo el máximo número posible de las 4.677 familias de Balears que no disponen de recursos tengan a su alcance una ayuda mensual que, como media, alcanza los 360 euros.

En la decisión de incrementar esta partida ha tenido mucho que ver la publicación del informe sobre la situación en las Islas de la Renta Mínima de Inserción (RMI) y de las ayudas económicas finalistas, que pone de relieve que todavía son pocas las personas sin recursos que perciben estas ayudas en relación a otras comunidades autónomas. El estudio, elaborado por el equipo dirigido por Maria Antonia Carbonero con la colaboración de la Universidad Pública de Navarra, también destaca la necesidad de dar una mayor extensión de estas ayudas a los pueblos de las Islas. Precisamente, destacó la consellera de Benestar Social, las mejoras introducidas en este decreto han permitido que en lo que va de año se hayan beneficiado del RMI unas 700 familias, frente a las 500 que lo hicieron durante todo el ejercicio anterior.

En el caso de Mallorca, el informe constata que los cerca de 1.600 hogares que recibieron estas ayudas, el 71 por ciento situados en el municipio de Palma, estaban formados mayoritariamente por mujeres jóvenes que cuidan a sus hijos en solitario o por hombres mayores de 55 años, con escasos estudios o analfabetos. El 11 por ciento de estas familias eran extranjeras, prosigue el análisis, que añade que la mayor parte de los usuarios del RMI vivían en pisos de alquiler y presentaban problemas para integrarse social y laboralmente.