El embajador de Senegal en Madrid, Abass N'Diour, la cónsul general
en Madrid, Fatur M'Bengue y el director del Banco de la vivienda en
Senegal, Abdoul Kader Sow, denunciaron ayer las dificultades que
tienen los inmigrantes subsaharianos en Balears para alquilar un
piso. El presidente de la asociación de inmigrantes senegaleses en
las Islas, Aldulaie Konate, aseguró que esas dificultades, unidas a
la negativa de algunos mallorquines a alquilar una vivienda a los
inmigrantes, hace que «en estos momentos haya 6 ó 7 personas
viviendo en pisos pequeños».
En España, tal y como explicó el embajador, hay casi 15.000
senegaleses y en Mallorca unos 800, de los que no hay cifras
exactas es sobre si todos están legalizados, porque muchos de ellos
piensan que si son inscritos en algún registro pueden verse
obligados a volver a su país. Los inmigrantes senegaleses se están
encontrando con problemas con la Delegación de Gobierno, retrasos y
quejas referentes a la lentitud con respecto a la renovación de los
permisos de trabajo y residencia.
La asociación hace lo posible para que los senegaleses regulen
su situación y se han realizado 80 trámites de regulación de forma
gratuita, pero según el presidente de la asociación, «hay bastantes
abogados que se han especializado en este tema y que cobran mucho
dinero para solucionar los problemas y éstos se creen que por pagar
obtendrán los permisos antes», apunta.
La comitiva senegalesa se reunió ayer con el conseller de
Presidència, Antonio Garcías, y con la delegada del Gobierno,
Catalina Cirer, para tratar el tema de la inmigración en general,
la situación de los senegaleses en Balears y el deseo de potenciar
la inversión turística en Senegal.
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