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G. ALOMAR «Debemos seguir trabajando día a día para mantener buenas relaciones con Marruecos», indicó ayer el general Juan Yagüe Martínez del Campo, durante el citado acto de despedida al frente de la Comandancia General de Balears tras haber sido nombrado comandante general de Ceuta. Un mando de vital significación en el contexto histórico militar, que ha adquirido ahora mayor importancia tras las operaciones en Perejil, y que Yagüe calificó de «más operativo» tras tomar posesión del mismo el pasado día 5, en sustitución del general López de Olmedo, que ha pasado a la reserva.

La defensa de las plazas de soberanía, indicó Yagüe, se fundamenta actualmente en la misma guarnición existente antes de la crisis con Marruecos, pero también posee la capacidad de recibir los refuerzos oportunos en caso de necesidad. Aunque los territorios españoles en el Norte de Àfrica no cuentan con la cobertura de la OTAN, el general destacó la solidaridad aliada como un hecho siempre puesto de manifiesto.

Apenas medio año ha permanecido el general Yagüe como jefe de la Zona Militar de Balears, en sustitución del general Formentín. «Una estancia muy corta, en un mando que ha constituido para mí un orgullo -indicó durante su alocución en el patio de armas del Palau de l'Almudaina-, y que me ha llenado de afecto hacia las Islas en un momento de sentimientos opuestos pero no contradictorios, como la tristeza por la rápida despedida y la alegría y satisfacción que suponen las responsabilidades del nuevo mando». En este sentido recalcó: «Me voy con la mochila llena de muestras de atención y afecto». Recalcó antes de despedirse en catalán con un «Déu i la Mare de Déu vos guard».

Previamente, el general de brigada Ricardo Tur, que asume de forma interina las funciones de comandante general, recordó durante el acto el notable currículum del general Yagüe como jefe de Operaciones del Estado Mayor del Ejército, del Estado Mayor del Mando Operativo Terrestre, jefe de la Brigada Ligera Aerotransportable Galicia VII (de donde procedía antes de su estancia en Palma). Destacó también su tarea al frente de una misión de pacificación en Bosnia. Ricardo Tur despidió a Yagüe con el obsequio ya tradicional de una escultura del foner balear, deseándole «bona mar i bon vent». Tras los breves y emotivos parlamentos, el general Yagüe se despidió personalmente de cada uno de los mandos de las Fuerzas Armadas formados en el patio de l'Almudaina.

A continuación, saludó a las autoridades asistentes: la delegada del Gobierno, Catalina Cirer; la vicepresidenta del Parlament, Francisca Bennassar; el alcalde de Palma, Joan Fageda; el secretario general técnico de Presidència del Govern, Fernando Pozuelo; el director provincial de Tráfico, Javier Coromina; el jefe superior de Policía, Eduardo Pérez de Estremera; el fiscal jefe de Balears, Bartomeu Barceló; su antecesor, Antonio de Vicente Tutor; el vicevicario general, Joan Darder, en representación del obispo, el decano del Cuerpo Consular, Pedro Pablo Marrero, además de otros invitados como el presidente de la Reial Acadèmia de Medicina, Alfonso Ballesteros, y el presidente del Grup Serra, Pere A. Serra, así como directores de medios informativos. También asistieron los jefes del Sector Naval, Ricardo Fernández Folgado, y del Sector Aéreo, Alfonso Jiménez de la Portilla, y el delegado del Ministerio de Defensa, Cristóbal Sbert.