Los mallorquines devotos de la tradición de la Mare de Déu Morta
vivieron en distintas iglesias la ceremonia de instalación de las
imágenes yacentes de la Virgen en sus llits o tálamos.
Esta costumbre mallorquina que conservan numerosas iglesias se
representa con mayor solemnidad en las palmesanas de Santa Eulàlia,
La Seu y el monasterio de la Concepció.
En Santa Eulàlia una vez finalizada la misa de las doce de la
mañana se procedió al traslado de la efigie yacente de la Virgen
desde su urna de una capilla hasta el catafalco situado junto al
portal mayor para que pueda ser admirado dicho conjunto por todos
los fieles durante la octava. El conjunto actual del lecho
monumental de la Dormición de la Virgen de la Catedral es barroco,
del siglo XVII y la imagen de María, gótica, data del siglo XV.
En el monasterio de la Concepció la ceremonia congregó a muchos
fieles. La imagen fue trasladada por miembros de la cofradía Cristo
de los Navegantes en procesión presidida por el reverendo Sebastián
Oliver desde la sala capitular por el claustro y finalmente a la
iglesia para ser depositada en el monumental tálamo obra del
escultor Miguel Barceló, en la que intervino el pintor Jaime
Blanquer, autor de las pinturas del lecho.
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