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LL. LORENZO
ENVIADO ESPECIAL A PRADA
En un acto que reunió a unas 400 personas, el rector de la UCE, Joan Domènec Ros, explicó que esta edición, además de los enfoques tradicionales, incorporará «una ojeada a lo que nos rodea para que Prada sea no sólo una reflexión de lo que somos y seremos, sino también sobre el mundo en el que nos movemos». Otro rasgo que destacó Ros entre las novedades es mostrar «cómo nos ven desde fuera a los catalanes». El rector explicó que «en la UCE estamos demasiado acostumbrados a mirarnos el ombligo y esta mirada al entorno quizás nos ayude a ver que todos los ombligos son redondos y que quizá el nuestro tiene alguna cosa especial que la gente de fuera puede decirnos».

La inauguración de la UCE no estuvo exenta de una polémica originada con las otras universidades de los Països Catalans después que el Institut Joan Lluís Vives se retirara de la Fundación UCE y diera vía libre a cada una para establecer por su cuenta qué relación tenían que tener con la universidad de verano. Esta situación ha causado que este año tan sólo unas pocas universidades hayan reafirmado su apoyo y su presencia dentro de la Fundación UCE. El rector cree que eso ha sucedido «porque de un día para otro no pueden decidir porque tienen muchos otros temas que tratar. Aun así, aseguró que «la UIB es de las instituciones que participan más activamente en la UCE» y que con la universidad balear «no ha habido una ruptura total, que hubiese sido fatal para nosotros, y está en contacto para saber lo que hacen las otras».

El rector cerró la cuestión afirmando que en la práctica «todas las universidades reconocen los cursos de la UCE» y que «se está en un camino lento pero seguro de resolución de esta problemática». Ahora bien, lejos de las discusiones, la inauguración de la universidad de verano también tuvo un tono reivindicativo que generó un clima de unión entre todos los participantes.

Quienes alzaron la voz reivindicativa, recordando otras ediciones de la Universidad de Prada, fueron el nuevo rector de la Universidad de Girona, Joan Batlle, y el presidente de la Fundación UCE, Miquel Porter y Moix. Batlle aseguró que el Gobierno del Partido Popular «nos está recortando los derechos conseguidos en los últimos 20 años», y si continúa así «tendremos que volver a Prada a reivindicar los derechos» de tal manera que «si hoy aquí estamos 400 personas, si continúa mandando el PP de aquí a 10 años quizás el UCE tendrá 40.000 alumnos».

Finalmente, Porter i Moix defendió la unión de los Països Catalans, frente a la unidad, «porque de la unidad no sale nada, y de una unión hemos salido todos». El presidente de la Fundación UCE concluyó que «si la universidad de verano no existiera, tendría que inventarse». La inauguración tuvo un acento mallorquín, gracias a que una fotografía del isleño Toni Catany fue la escogida como imagen oficial.