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La ceremonia de clausura del XI Encuentro Internacional de Folklore ha puesto fin al periplo por tierras polacas de la Escola de Música i Danses Bartomeu Ensenyat Estrany de Mallorca.

Después de cuatro días ofreciendo lo mejor del folklore mallorquín por las calles de Kolobrzeg, los miembros de la escuela y, especialmente, Gabriel Frontera y su mujer, Catín Luna, recibieron el premio a la mejor danza del festival por su interpretación del bolero de s'Alabastrí, pieza que ha cautivado en todos los escenarios y que los espectadores han bautizado como «baile del beso». Ahora, los 25 miembros de la escuela que han viajado al país centroeuropeo se han tomado dos días libres para conocer Varsovia antes de regresar a Mallorca cargados con muy buenos recuerdos.

Para el director de la Escuela ésta ha sido «una experiencia gratificante ya que por todas partes han reconocido nuestros bailes y la reacción del público ha sido muy buena, a pesar de ser de carácter frío, además en los tres festivales en que hemos participado, de un total de 19 grupos, a los únicos a los que se les pedía realizar un bis era a nosotros, lo cual es muy importante. Es una manera de reconocerse nuestro trabajo».