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El mes de agosto de 2002 pasará a la historia como un mes climatológicamente atípico, con temperaturas medias de dos a tres grados menos que el mismo mes del año anterior; lluvias abundantes y mucho menos sol que el habitual en pleno verano. Así lo confirman los datos facilitados por el Centro Meteorológico de Balears, por lo que respecta a la pluviometría, temperatura y a las horas de sol contabilizadas en agosto de 2002. El aeropuerto de Eivissa con 297 horas de sol fue la zona de Balears que mejor tiempo ha disfrutado este mes de agosto, aunque ha sido considerablemente inferior que el año pasado que contó, por las mismas fechas, con 327 horas de sol.

Por contra la estación de sa Canova-sa Pobla sólo registró, en agosto de 2002, 273 horas de sol; mientras que el año anterior contabilizó hasta 304 horas de sol. Pero ni en Eivissa ni en sa Canova-Sa Pobla se han batido récords, ya que en la década de los noventa el sol brilló mucho menos en todas las Islas. Y lo mismo se puede decir de las temperaturas medias, que este mes de agosto casi no han superado los 25 grados de media; mientras que el año anterior se situaban en torno a los 28 grados de media. Desde la década los ochenta no se habían registrado temperaturas tan bajas en pleno mes de agosto. De hecho, la temperatura más baja se registró en agosto de 1984 con una temperatura media de 20'2 grados en Lluc.

Agosto de 2002 también será recordado por los chubascos y tormentas que han dejado lluvias de hasta 209 litros por metro cuadrado en Lluc, batiendo récords "a la baja" desde la década de los setenta.

Tal y como explica el jefe de la sección de estudios y director en funciones del Centro Meteorológico de Balears, José Antonio Guijarro, «este mes de agosto se ha caracterizado por una climatología de otoño, con temperaturas medias más bajas de lo habitual y una alta pluviometría atípica» y añade que «lo normal es que en verano, en Balears, haya un dominio de las altas presiones subtropicales, con el típico anticiclón de verano con muchas horas de sol y un cielo azul. Pero este verano nos hemos encontrado con una frecuencia bastante alta de invasiones de aire del norte que serían mucho más propias de otoño y este año se han adelantado y hemos tenido el tiempo que todos conocemos y que sí calificamos como atípico», explica Guijarro.