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El Ballet Tropicana es uno de los más conocidos en el mundo del espectáculo por su calidad, colorido y alegría sobre un escenario. Pero, tras el telón se esconden numerosos secretos, el día a día, el esfuerzo de cada uno de sus componentes. Músicos, bailarines, cantantes, coros, acróbatas, equilibristas y muchas otras personas que hacen posible que el show del Tropicana siga siendo el mejor del mundo.

Tras levantarse a media mañana, debido a que cada noche terminan tarde de su actuación, los bailarines y artistas se preparan físicamente para estar en un impecable forma. Hora y media de ejercicios de elasticidad y dan paso a las clases de baile que son, quizá, las más estrictas, bajo la atenta mirada de Fernando Valdés, director artístico del Tropicana. Pertenecer al Ballet Tropicana, para un cubano o artista, es la máxima aspiración, aunque el candidato o candidata a pertenecer a esta prestigiosa formación ha de superar durante varios meses grandes pruebas como bailarín.

Judith, Jollnye, Mileidis y Deyvis son cuatro preciosas chicas del ballet. Judith tiene 30 años y lleva 9 años en el ballet y asegura que a pesar de ser una profesión dura, «el hecho de que estés dentro del Tropicana recompensa tanto esfuerzo». Jollnye es la más joven, tiene 19 años y lleva 3 años. Le gusta viajar y vive intensamente el mundo del baile.

«Trabajamos 12 horas -comentan- pero es imprensionante el ambiente que se vive en los ensayos, camerinos, entrenamientos, etc. Hay una gran convivencia y compañerismo, somos una familia grande». Esta noche finaliza el paso del Tropicana por el escenario del Auditòrium. Durante unos días ha hecho vibrar al público con números de cabaret, llenos de sensualidad y esencia de la música cubana. Una cultura que gracias a estos artistas de sangre cubana se va transmitiendo de generación en generación. El maquillaje, el brillo y colorido de los trajes arropan un espectáculo inigualable. Dos horas antes, los artistas comienzan a llegar a los camerinos, fuman un cigarrillo, charlan, beben, inician los ejercicios de estiramiento y comprueban que toda la indumentaria para salir a escena está en perfecto estado, de lo contrario la costurera retoca el vestuario.

Arturo Anglada es uno de los bailarines. Lleva 10 años bailando y tiene 27 años de edad. Aspira a seguir bailando en el Ballet Tropicana, para él es lo mejor que le puede ocurrir en esta vida, se esfuerza y su físico es el más parecido a un top model, vamos que roza la perfección. Cuerpos envidiables, fruto del duro ejercicio físico. Chicas que podrían ser protagonistas de una película de 007 con James Bond o hacerle sombra a Naomi Cambell. El Tropicana cuenta además con acróbatas y equilibristas de lujo, como Celine Rodríguez y Fabianne Limonte.