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Pocos, muy pocos recuerdan un agosto como el de este año. Ultima Hora ha buscado entre los recuerdos de nuestros mayores y ha encontrado escasos ojos que hayan visto un verano tan gris como el de 2002, un mes de agosto con tanta incertidumbre en el cielo. «Tengo 81 años, 81 veranos y nunca en mi vida había visto un agosto como el de este año. He visto llover, pero no recuerdo ningún verano en el que haya habido más días nublados que claros», explica Tomeu Morro, de Moscari.

Con él, coinciden la mayoría de nuestros encuestados. Todos han vivido como mínimo 70 veranos y sólo dos, ambos vecinos de Pollença, recuerdan un verano tan aguado como este último. «En el año 1936 por esta época (finales de agosto) ya hubo una torrentada en Pollença y Alcúdia con dos metros de agua, fue un sábado», explica Rafael Hachate, de 87 años. «Ví cómo la tormenta se llevaba montañas de cañizos y puertas que acababan sobre la carretera», añade y precisa que por aquel entonces, «incluso hubo años en los que empezaba a llover en agosto y las lluvias duraban hasta Sant Antoni».

Del verano del 36 también se acuerda Mateo Cifre, de 81 años. «Yo también recuerdo una gran tormenta en el año 1936. Mi padre subió a toda la familia a la planta de arriba e hizo un agujero en la pared para poder desaguar. Aquella tormenta fue de las grandes. Este tipo de tormentas suelen ocurrir en agosto, en invierno no llueve así», asegura. Pero ambas narraciones son una excepción que se concentra en los pueblos de la zona norte de la Isla. En el Raiguer, por su parte, ninguno de los preguntados se acuerda, por mayor que sea, de un agosto «más feo» que el de este año.

«Algunos veranos sí que he visto llover algunos días pero mucho más flojito que este año. Jamás había visto un agosto en el que llueve días enteros y seguidos», dice Alfonso del Valle, de 72 años. Es cinco años mayor que Del Valle, pero Jeroni Arbona tampoco recuerda un verano pero que el de 2002. «Nunca había visto lo que ha hecho este verano. Días y días lloviendo en pleno agosto y no ver el sol», asegura mientras rememora, incrédula, que «en Mallorca hemos estado temporadas de cinco años sin ver llover, con los pantanos secos». «¡Y pensar que hace unos veranos tenían que venir barcos con agua desde la Península porque aquí no había!», añade.