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La llegada del nuevo siglo ha traído a Mallorca nuevos aires arquitectónicos. Recientemente, el Col·legi Oficial d'Arquitectes de Balears falló los premios a las obras más representativas de las nuevas tendencias.

El arquitecto coordinador de actividades culturales, Alfons Barceló, ha mostrado a Ultima Hora las particularidades y tendencias estilísticas de un total de 53 obras seleccionadas, de las que fueron finalistas 14 edificios destinados a categorías como vivienda unifamiliar, vivienda plurifamiliar, edificios públicos o colectivos, espacios exteriores, actuaciones en edificios existentes, uso turístico y oferta complementaria.

El premio a la mejor obra arquitectónica en Mallorca de las presentadas en el período 1997-2001 se ha concedido al Centre BIT de Inca, diseñado por el arquitecto Alberto Campo Baeza.

Una vez visitadas cada una de las catorce obras finalistas, se otorgó el premio a la mejor vivienda unifamiliar a una casa aislada en Betlem, en el municipio de Artà, del arquitecto Josep Lluís Mateo, «por su esfuerzo en desarrollar ciertos aspectos organizativos innovadores, junto con una formalización desinhibida en que la utilización de materiales y soluciones constructivas y plásticas evidencia la potencia de esta arquitectura, hasta localizaciones donde el mangnífico entorno natural ha de compatibilizarse con los desarrollos urbanos degradados».

Referente a la mejor obra en viviendas plurifamiliares, el jurado aprecia «la dificultad del trabajo en este apartado para obtener resultados de calidad arquitectónica», por lo que propuso conceder la mención ex aequo a la vivienda plurifamiliar de la calle Baró de Pinopar de Palma, del arquitecto Antonio Forteza, «porque demuestra la compatibilidad de los criterios de conservación urbana con la arquitectura moderna, resuelta con coherencia y calidad», y otra mención ex aequo a la vivienda plurifamiliar de la calle Bartomeu Rosselló Pòrcel, de Palma, de los arquitectos Àngel Sánchez-Cantalejo y Vicente Tomás Esteva.