La ampliación o no de puertos deportivos (en la imagen, el de la Colónia de Sant Pere) enfrenta al Pacte.

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La primera votación del futuro Plan Territorial se saldó ayer con una radical división interna entre los miembros del Pacte después de que PSM y EU-EV votaran en contra de la aprobación del modelo. El documento, por tanto, sólo obtuvo el visto bueno del PSIB y UM y logró superar este primer escollo gracias a la abstención de los populares.

La Comisión de Seguimiento del Plan Territorial se reunió ayer para realizar la primera votación del proyecto presentado por la empresa redactora. En el documento se habían introducido una serie de modificaciones tanto a propuesta de los grupos políticos como de los técnicos del Consell.

Entre las propuestas, avanzadas por Ultima Hora , figuraban restricciones para urbanizar en suelo rústico, con una limitación de la edificabilidad, la propuesta de rebajar un 20 por ciento la densidad de las zonas no consolidadas y nuevas desclasificaciones en algunos puntos de la Isla, como es Caülls, Cala Tuent o el Port des Canonge. Pese a que estas modificaciones fueron valoradas positivamente tanto por EU-EV como por el PSM, sus representantes consideraron que el documento sigue siendo insuficiente.

El representante del PSM Antoni Alorda afirmó que, pese a estos cambios, la propuesta no significa un cambio de modelo, como quieren los nacionalistas, por lo que se mantienen «discrepancias de fondo».

Las principales discrepancias de los nacionalistas con el documento se dan en el tratamiento que se da al suelo urbano, donde hay una contención «difusa» que no tiene ninguna consecuencia en el litoral. Ni siquiera se actúa sobre los terrenos que ahora mismo están protegidos gracias a la moratoria, según Alorda. Otra discrepancia esencial afecta al suelo rústico que, según los nacionalistas, está escasamente protegido. Para Alorda, el documento le da un enfoque paisajístico y olvida el uso agrario de este tipo de suelo. La discrepancias de fondo se encuentran además en la propuesta de segundo cinturón, en la permisividad ante la construcción de nuevos campos de golf o la ampliación de puertos deportivos.

La representante de EU-EV Marilena Tugores también manifestó las discrepancias de fondo con el modelo y afirmó que se han corregido detalles, pero no lo sustancial. «EU-EV no puede votar a favor de un modelo que no compartimos», señaló la representante en el Consell de la coalición de izquierdas.