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El conseller de Treball, Eberhard Grosske, anunció ayer la intención del Govern balear de elaborar un Plan de Formación Profesional «que integre todos los recursos disponibles en la formación continua, ocupacional y reglada, con el objetivo de contar con buenos profesionales en el mercado laboral, ser más competitivos como Comunitat y dar a los trabajadores más posibilidades de mejorar en su ocupación».

«Superada una primera etapa -explicó-, en la que se ha realizado un gran esfuerzo para ampliar la oferta de la formación profesional reglada, se han incrementado los recursos de la ocupacional y se ha dado transparencia y participación a los agentes sociales en este proceso a través del Consell Balear de Formació Profesional, en el que, además, trabajan por primera vez Educació y Treball; es el momento de la segunda revolución de la FP, a través de este Plan».

Grosske participó ayer en la Jornada de Formación y Cualificaciones Profesionales de las Baleares, organizada por las consellerias de Educació y de Treball y en la que se abordó la reforma de la FP en sus tres vertientes: continuada, reglada y ocupacional. El conseller resaltó, además, la necesidad de «establecer, a través del mismo plan, un sistema de calificaciones que revalorice la formación profesional al máximo». Para ello propuso que el «trabajador que se inserta en este circuito pueda tener un carnet o cartilla donde la Administración autonómica vaya certificando los méritos que ha ido adquiriendo».

Por su parte, el conseller d'Educació, Damià Pons, destacó el incremento de alumnos de FP en Balears como fruto de «un trabajo muy intensivo» y del aumento de la oferta. Así, este nuevo curso ha aumentado un 4% con respecto al año pasado, con una cifra total que ronda los 5.300 alumnos. Pons destacó el cambio de tendencia en los ciclos dedicados a al sector de la hostelería, en los que el Govern espera un significativo aumento de alumnos.