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La Junta Arbitral de Consum de Balears resolvió, el año pasado, 242 conflictos de las 448 solicitudes de resolución presentadas, explicó ayer el director general de Consum del Govern, Miguel Àngel Cabeza. Las empresas que más quejas plantearon fueron las de telecomunicaciones, tintorerías y centros de enseñanza a distancia. En 2001, Balears contaba con 769 empresas adheridas a Arbitraje y Consumo con un crecimiento sostenido de un 15 por ciento, apuntó Cabeza en la jornada de formación para árbitros de consumo organizada por su departamento.

El presidente de la Junta Arbitral de Consumo de la Comunidad Valenciana Lluís Abellán, que actuó de ponente, se congratuló de que la sociedad balear apueste por el arbitraje como medio adecuado y moderno de solucionar los conflictos. La jornada, según explicó Cabeza, responde a la petición de los propios árbitros de Balears, sean representantes de asociaciones de consumidores y empresarios que han manifestado interés por recibir formación al respecto.

El arbitraje y consumo, como institución voluntaria, cuenta con el apoyo y la adhesión de gran número de empresas y profesionales, siendo de telefonía el «sector estrella» debido a que todas las empresas de este ámbito están adheridas y tienen una buena disposición a resolver este tipo de litigios. «No hay procedimiento arbitral si las empresas no están de acuerdo en que se lleve a cabo», manifestó Abellán, quien definió al árbitro de consumo como el representante nombrado por la Administración, los consumidores o los empresarios para que resuelvan un conflicto concreto en materia de consumo.