El conseller de Treball, Eberhard Grosske, mostraba ayer su
sorpresa por el cambio de actitud mostrado por el Gobierno que
preside José María Aznar por las modificaciones introducidas en la
reforma de la protección por desempleo, más conocido por el
«decretazo». En opinión de Grosske, «estas modificaciones suponen
un gran triunfo para los sindicatos y para los trabajadores, dado
que la batalla ante la opinión pública ha sido ganada por los
agentes sociales, de ahí que el Gobierno de Aznar se haya visto
obligado a rectificar».
El hecho en sí de que el Gobierno haya aceptado restituir la
cobertura a los fijos discontinuos, «pone de manifiesto que sí era
lesivo el «decretazo» contra el colectivo de trabajadores fijos y
discontinuos de las Islas. El propio ministro de Trabajo, Eduardo
Zaplana, reconoce con ello este hecho y hay que congratularse por
el talante y la actitud mostrada por el Gobierno por su decisión
firme de rectificar», apuntaba ayer Grosske.
Para el conseller, los cambios introducidos, que ayer fueron
dados a conocer por Zaplana a sindicatos y CEOE, «permite restituir
la cobertura social a todos los fijos discontinuos gracias a la
movilización social habida desde el mes de junio». La aceptación de
siete de las ocho reivindicaciones que se introducirán en el
«decretazo» afectan al salario de tramitación y la restitución de
la cobertura de los fijos-discontinuos, además de la compatibilidad
de cobrar prestación de subsidio, la oferta adecuada de empleo, la
cotización de las vacaciones no disfrutadas, economía social y
aspectos sobre minusválidos, dejando a margen el cobro del PER.
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