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Jordi Planiol, Jano, se quedó sin poder probar la miel del concurso «Operación Triunfo» a pesar de su excelente interpretación. Pero este mallorquín de Manacor no se rinde. Más animado que nunca afirmaba ayer, desde Barcelona, que «el hecho de que no haya entrado a la Academia no quiere decir que no sirva, como tampoco lo significa para el resto de personas que serán eliminadas en las sucesives pruebas». Jano regresa hoy a la Isla con ganas, sobre todo, de trabajar. «Estoy abierto a todo tipo de ofertas», dijo.

Cuando escuchó la decisión del jurado asegura que no se sorprendió. «Antes de empezar la gala ya lo había comentado con mis compañeros. Tenía un presentimiento muy fuerte... sin embargo aun así siempre mantienes un poco de esperanza». Lo que menos le gustó fue que «no me explicaron con claridad los motivos concretos de por qué me habían eliminado. A mí me hubiera gustado que lo hicieran. No creo que el hecho de que se note que tengo experiencia es un motivo. Y, si me los hubieran explicado ahora podría intentar evitarlos».

Otro aspecto puesto en entredicho por el artista es que «el público tenga la decisión final. Pienso que Operación Triunfo es un programa para hacer artistas y son las cualidades artísticas en primer término las que han de primar y valorar los expertos, sólo después tienen que tenerse en cuenta las simpatías». Piensa que su imagen de rockero «puede haber influido». Sin embargo, muy seguro de sí mismo, no le da demasiada importancia. Después de su eliminación las primeras palabras de su madre, Aina Maria, fueron «que estés tranquilo, que lo has hecho muy bien». Un reconocimiento que va más allá de aquello que se llama «amor de madre», compartido por millares de personas.