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Con mucho calor, los niños damnificados alemanes estuvieron conociendo ayer Palma. En total, vinieron 90 del grupo, contando con algunos monitores, porque el resto se quedó en el hotel y la playa. «Algunos de los niños son muy pequeños, tienen 5 años y para controlarlos es difícil», comentó Matías Tomás, guía de APIT.

La primera parada fue la Catedral, donde visitaron el museo y su interior. Allí fueron recibidos por Josep Moll, director de la oficina de representación de las Illes Balears en Berlín, quien les mostró después en el Parlament balear la Sala de Plenos. A medida que salían por la puerta, les entregaron un sobre con un bloc, un pin, un bolígrafo y un lápiz.

Karinveise, de 14 años, se encuentra en el grupo con unos amigos. «Mi casa en Alemania quedó inundada, se destruyeron muebles, pero seguimos viviendo allí», explicó. La jornada terminó en el Consolat, donde fueron recibidos por el director general de Projectes, Bartomeu Llinás, y con una visita a Bellver.