El sindicato USO denunció ayer el retraso por parte de la
Delegación del Gobierno en la regularización de cerca de 35.000
inmigrantes que residen en las Islas, por lo que exigió soluciones
para evitar esta situación que supone «favorecer» el trabajo
«sumergido». El secretario general de USO en las Islas, Rafael
Pons, el responsable de Inmigración del sindicato, Ernesto Baletto,
y la directora del departamento de asesoramiento laboral a los
ciudadanos extranjeros, Francisca Cabot, ofrecieron ayer una rueda
de prensa con la intención de dar a conocer un informe sobre
inmigración.
Según el estudio, en las Islas viven cerca de 70.000 inmigrantes
que se encuentran en edad laboral, de los que algo más de la mitad
son trabajadores de pleno derecho y el resto todavía deben
formalizar su situación. Sin embargo, el retraso en la gestión
administrativa de sus permisos de trabajo y residencia les está
«condenando a aceptar trabajos sumergidos», por lo que este
sindicato pidió de manera firme que «se aceleren al máximo» las
tramitaciones de los papeles.
El estudio de USO señala que más del 60 por ciento de los
inmigrantes en edad laboral trabajan en los sectores de la
construcción y la hostelería, donde a su vez se concentran el 60
por ciento de los siniestros laborales que se registran cada año.
En concreto, el mayor número de accidentes afecta a los empleados
con contratos de menos de doce meses de antigüedad.
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