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Las residencias de la tercera edad gestionadas por el Consell de Mallorca y el Govern contarán con sus respectiva oficinas de farmacia. El gerente del IB-Salut, Juli Fuster, firmó ayer dos convenios de colaboración para dotar a las residencias de su propio servicio de farmacias. Josefina Sintes, consellera de Serveis Socials del Consell de Mallorca, pidió disculpas públicamente por el motivo expuesto en la convocatoria de la rueda de prensa en la que se señalaba que el convenio serviría «para evitar que el Llar dels Ancians de Palma (...) continúe adquiriendo los medicamentos en la Farmacia de la consellera de Salut i Consum del Govern, Aina Salom».

Según Sintes, el verdadero objetivo del acuerdo es completar las funciones «de un centro sociosanitario» y no «depender de farmacias externas sean de quien sean». Entre las ventajas expuestas por la consellera, se encuentran la de poder adquirir los medicamentos a un precio mucho más económico, trabajar con genéricos y reducir el número de tareas de los médicos y del personal del centro.

Fuster comentó que la creación de una farmacia interna comporta «una mejora de la calidad» del servicio y está «en línea con el uso racional del medicamento», propugnado por el IB-Salut, que pagará al personal. El segundo convenio lo firmó Fuster con la gerente del Institut Balear d'Afers Socials (IBAS), Josefina Santiago, con el cuál se dotará a las residencias de La Bonanova y Felanitx y al consorcio para la protección y acogida de minusválidos psíquicos de Son Tugores de su servicio de farmacia propio que contará con personal pagado por el IB-Salut.