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El Govern balear y el Ajuntament de Palma rompieron ayer las «buenas» relaciones mantenidas el martes, al estudiar y debatir las propuestas de solares municipales para la construcción de centros y unidades básicas de salud en el municipio de Palma. José María Rodríguez, concejal de Infraestructuras del Ajuntament, calificó el encuentro como «decepcionante, muy duro y tenso, casi un fracaso, con fuertes discrepancias. Ha habido un profundo desacuerdo en temas de sanidad y no encontramos una solución. Casi seguimos en la misma situación que estábamos antes de iniciar la reunión».

El Ajuntament presentó al Ejecutivo una propuesta global de cesión de solares para la construcción de doce centros sanitarios, de los cuales siete fueron aceptados por el Govern balear. Se trata de los solares ubicados en Sant Agustí (del que existía ya un previo acuerdo), Can Pastilla, Aragón, es Rafal, Secar de la Real, Escola Graduada y s'Indioteria. Las discrepancias se mantienen en los solares propuestos en es Camp Rodó, son Gelabert, son Rapinya y Son Roca, y queda pendiente un último en Pere Garau.

«Los rechazados no son adecuados, bien por su ubicación o por su inadecuado tamaño previsto en el mapa sanitario», afirmó Francesc Quetglas, conseller d'Obres Públiques, Transports y Habitatge, en nombre de la consellera de Sanidad Aina Salom, que abandonó la reunión sin expresar los acuerdos obtenidos en la misma. «No entendemos porqué no se aceptan. Si la Conselleria de Sanidad quiere invertir mañana, tiene espacio suficiente para hacerlo, pero el que tiene no lo quiere y el que quiere no lo puede tener», añade Rodríguez.

En el plazo de un mes miembros del Govern y del Ajuntament de Palma volverán a reunirse para encontrar una posible solución a los solares rechazados ayer por el Ejecutivo. «Casi la mitad de los solares ofrecidos por Cort son conflictivos para la Conselleria. No coincidimos en la valoración. Se hará un esfuerzo por ambas partes para reconsiderar los baremos y para revisar los solares», añadió Joan Fageda.