En el pleno celebrado ayer en el Ajuntament de Palma el equipo de
gobierno del PP aprobó, con la abstención de toda la oposición
"PSIB-PSOE, PSM-EN, EU-EV y UM", instar al Govern balear a que
devuelva el solar municipal en el que se ubica el Conservatori
Professional de Música, Dansa i Art Dramàtic. Cabe recordar que en
el pasado pleno de septiembre el teniente de alcalde de
Infraestructures, José María Rodríguez, presentó una propuesta
instando al Ejecutivo autónomo a que ubicase la Banda de Música
Municipal en el Conservatori, «en cumplimiento del acuerdo que
consta en la escritura de cesión del solar municipal al Govern»,
dijo entonces. La escritura data de 1996.
En dicho acuerdo quedaba recogido que se cedía el solar con dos
condiciones, que el Govern cuidase una zona pública que hay al lado
del Conservatori y que hubiese un local de ensayo para la banda. En
el pleno de septiembre Cort quería pedir que en caso de que no se
cumpliese el mencionado acuerdo el solar fuese devuelto al
Consistorio y que se instase al desahucio al Govern. Finalmente la
propuesta quedó sobre la mesa y fue una de las cuestiones que
debatieron el alcalde de Palma, Joan Fageda, y el presidente del
Govern, Francesc Antich, en sus entrevistas de la pasada
semana.
En el pleno de ayer, Rodríguez presentó una nueva propuesta,
aprobada con el resultado ya mencionado, en la que se acordaba
rechazar las alegaciones presentadas en su momento por el Govern,
declarar sin efecto la cesión del solar que hizo el Ajuntament al
Ejecutivo autónomo, «por incumplimiento de las obligaciones que
asumió la entidad autonómica», e instar al Govern a la reversión
"restitución de una cosa al estado que tenía" del inmueble
cedido.
Durante el debate, el portavoz de UM, Ferran Trujillo, pidió a
Rodríguez que antes de tomar una decisión tan drástica prosiguiese
el diálogo entre Cort y el Govern. En la misma línea se pronunció
el regidor del PSIB-PSOE Xisco Mellado. Fageda recordó que el
Govern aún no había encontrado un espacio para la banda y añadió
que Rodríguez creía que esta cuestión debía seguir adelante «en
términos jurídicos». Rodríguez puso en duda la voluntad del Govern
de querer llegar a acuerdos, «ponen cara de corderos y son lobos»,
y concluyó: «Nos ignoran».
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